El presidente de la CDU, Wolfgang Schaeuble, no se atrevió a actuar contra Helmut Kohl.

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CARMEN VALERO - BERLÍN La Unión Cristianodemócrata alemana (CDU) ocultó en sus informes de cuentas al Bundestag (Parlamento) unos doce millones de marcos, según el informe realizado por la auditoría independiente «Ernst & Young» y difundido ayer. La cifra dada por los auditores, suma de las transacciones en metálico efectuada en el seno de la CDU entre 1989-98, se ajusta a la barajada estos días por la CDU, de ahí que el informe de los expertos económicos no causara nuevas sorpresas.

Los auditores recuerdan que a diferencia de la Fiscalía o de la comisión parlamentaria que investiga el escándalo de las cuentas paralelas de la CDU, carecen de la facultad de verificar el contenido de los documentos que examinan, por lo que su informe es fruto de una investigación limitada.

De acuerdo a ese informe, realizado entre el 29 de noviembre del pasado año y el 20 de enero, en las cuentas de la CDU aparecen transacciones en metálico no justificables por valor de doce millones de marcos, partidas que en algunos casos se ingresaron en francos suizos aunque no se determinó si desde el extranjero.

De ese total, diez millones de marcos se movieron entre 1989-92 y 2'1 millones de marcos entre 1993-98. Los auditores explican que no pudieron determinar la procedencia del dinero transferido, el concepto de cada donación -si es que se trató de donaciones- y tampoco el destinatario, pues la información a la que tuvieron acceso era limitada.

El presidente de la CDU, Wolgang Schaeuble, argumentó en favor de los auditores que los cuestionarios enviados a las personas clave en este asunto no fueron devueltos debidamente cumplimentados. Entre las personas consultadas se encuentran el ex presidente del partido Helmut Kohl, el ex tesorero Walter Leisler Kiep, el ex apoderado Uwe Lüthje y el ex asesor fiscal Horts Weyrauch, quienes, según el informe de Ernst & Young, «no aportaron detalle alguno sobre los movimientos de esas cuentas».

Aunque las diferencias entre el ex canciller Helmut Kohl y su partido parecen insalvables, la CDU quiere evitar un conflicto directo con el veterano político. Kohl dejó hace una semana de ser el presidente honorífico del partido y el divorcio con la actual dirección de la formación es patente, pero la cúpula de la CDU no se ha atrevido a llevar el conflicto hasta sus últimas consecuencias: una demanda legal o un proceso de expulsión contra su antiguo líder.