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El IRA dejó claro ayer que no cederá a las exigencias de Londres y de los unionistas para que empiece a desarmarse antes del viernes, pese a los intentos de última hora de los partidos por salvar el proceso de paz. El Gobierno británico había advertido que si el Ejército Republicano Irlandés (IRA) no comienza su desarme antes de esa fecha, el día 11 suspenderá las funciones del Ejecutivo autónomo irlandés.

En un comunicado difundido ayer, la organización da a entender que no entra en sus intenciones aceptar ese ultimátum ni las «amenazas legislativas británicas». Sin embargo, el grupo armado introduce una nota positiva al apuntar por primera vez que el problema del desarme, uno de los más espinosos en el proceso de paz, es algo que debe «solucionarse de manera aceptable» y «un objetivo necesario de un proceso de paz genuino».

El IRA, afirma el comunicado, «cree que esta crisis puede evitarse y la cuestión de las armas puede solucionarse». «Esto no se producirá según las condiciones británicas o las unionistas, ni las amenazas legislativas británicas lo harán avanzar», señala la nota firmada por «P. O'Neill», seudónimo que emplea la organización terrorista en sus comunicaciones públicas. La declaración del IRA reitera el compromiso del grupo armado con el proceso de paz y asegura que no se plantea retomar las armas.