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El presidente del Gobierno, José María Aznar, rechazó ayer el acceso al poder de «líderes populistas agresivos», por lo que propondrá la expulsión de los populares austriacos del PPE. En este sentido, adelantó que los órganos de dirección del PPE «sabrán», al igual que ha hecho la Unión Europea, «extraer las consecuencias» de la situación actual en Austria.

«La tentación de construir Estados fundados en la superioridad étnica, con exclusión de las minorías civiles, es radicalmente contraria a nuestro programa de acción política», indicó Aznar en la clausura del Foro Europa 2010, al que asistieron los líderes del Partido Popular Europeo. El PPE celebrará el próximo día 10 de febrero una reunión donde habrá de decidir su relación del Partido Popular Austriaco (OEVP), que ha apoyado al FPOE de Jorg Haider para formar Gobierno en Austria.

Tras advertir contra «los riesgos que parecen venir de un pasado superado», el jefe del Ejecutivo lamentó el surgimiento de «plataformas políticas» que «reeditan los viejos mitos ultranacionalistas, las integridades raciales y el malestar de las culturas inquietas por la globalización, que sirven para el acceso al poder de líderes populistas agresivos».

Frente a ello, propugnó inspirarse en los orígenes de la familia política popular en Europa y «reivindicar el estilo y el trabajo de quienes como Adenauer, Schumman o De Gasperi, tras la barbarie nacionalsocialista, supieron acertar con la salida correcta: una Europa abierta y unida en el respeto a la dignidad de todo ser humano».