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El presidente del Banco Central de Francia, JeanClaude Trichet, uno de los personajes más influyentes del engranaje burocrático del Estado francés, ha sido inculpado por «difusión de falsas informaciones al mercado» y «publicación de cuentas sociales inexactas», según informó ayer en París una fuente judicial.

La declaratoria de reo o inculpación, que permite a la justicia iniciar un proceso en buena y debida forma, está vinculada al escándalo del ex banco estatal Crédit Lyonnais. Una vasta red de políticas dudosas, créditos abusivos y acuerdos discutibles de parte de los altos burócratas que dirigían el Crédit Lyonnais encaminaron a la entidad hacia una quiebra inevitable de la que sólo pudo salvarse gracias a un astronómico y doloroso aporte de más de 15.000 millones de dólares de los bolsillos de los contribuyentes.

Jean-Claude Trichet es uno de los más altos personajes de la todopoderosa alta burocracia francesa, un hombre que ha sabido estar bien con la derecha y con la izquierda, y cuya candidatura al Banco Central Europeo (BCE) para el año 2002 ha sido enérgicamente propuesta a los países asociados del Viejo Continente, tanto por el presidente francés de derecha, Jacques Chirac, como por el primer ministro socialista, Lionel Jospin. El anuncio de la inculpación del eventual futuro presidente del BCE provocó una caída del ya debilitado euro, la moneda única europea, que bajó de 0'9110 dólar en Londres antes de este anuncio a 0'9085. Trichet fue Director del Tesoro entre 1987 y 1993 cuando se produjeron hechos vinculados a la catástrofe del Crédit Lyonnais. En un comunicado que difundió ayer el propio Trichet, precisó que su inculpación judicial se inserta en el «marco del procedimiento relativo al establecimiento de las cuentas del Crédit Lyonnais para el ejercicio 1992 y el primer semestre de 1993». Como director del tesoro tenía la responsabilidad de la administración de las participaciones del Estado francés en las empresas estatales.