George W. Bush pretende conseguir el apoyo de los anticastristas que viven en Miami.

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George W. Bush, candidadato republicano a la presidencia de Estados Unidos afirmó, ayer en Miami, en un claro desafio contra el presidente cubano, Fidel Castro, que, «hasta que libere a los prisioneros políticos, celebre elecciones libres y permita la libertad de expresión, mantendré las sanciones», advirtió Bush en un discurso pronunciado ayer por mañana en la Universidad Internacional de Florida (FIU), en Miami.

Al presentar su plataforma de política exterior hacia Latinoamérica, dijo en sus únicas palabras en español: «la libertad no es negociable», en un mensaje dirigido a Castro, que motivó los aplausos del público, muchos de ellos cubano-americanos. Bush aseguró que en este continente, Cuba es el único país en donde no se respetan los derechos de los ciudadanos y pidió a Castro que «permita a su gente vivir en libertad». «Vamos a respetar a aquellos que respetan a sus ciudadanos», afirmó el aspirante a la Casa Blanca, quien llegó el jueves al sur de Florida.

El político también prometió respaldar «las fuerzas de la democracia» y «revivir» Radio Martí y TV Martí, la emisoras del Gobierno de Estados Unidos que transmiten a Cuba. En un resumen de su presentación facilitado a la prensa, previo a su discurso, Bush acusó a la administración del presidente Bill Clinton de haber hecho todo lo posible por devolver al niño náufrago cubano Elián González y de negarle su derecho a una audiencia «justa» en un tribunal de familia de Miami. Pero en el discurso que leyó, George W. Bush no mencionó esos párrafos. A su llegada el jueves al aeropuerto de Miami, donde lo esperaba un grupo de exiliados cubanos, Bush dijo en español: «hay que ser duro con Cuba». «Seré duro para que Castro se vaya. No voy a descansar hasta que no libere a su pueblo y pueden estar seguros de que no es una promesa, es un hecho», manifestó Bush, cuyo mensaje anticastrista ha reforzado el apoyo de la mayoría del exilio cubano de Miami a su candidatura.