El ejército israelí empieza su repliegue en los territorios palestinos

Pero antes, por la mañana, 74 palestinos más resultaron heridos en diversos enfrentamientos con el Ejército israelí en Gaza y varios puntos de Cisjordania, que se suman a los más de 100 muertos palestinos de esta «Intifada de Al Aksa» y cerca de 4.000 heridos.

El líder palestino, Yaser Arafat, anunció después del mediodía que se adhería a la declaración consensuada el martes en el balneario egipcio con el primer ministro israelí, Ehud Barak, y los mediadores internacionales, y se comprometía a calmar la situación en los territorios.

Israel reaccionó anunciando la reapertura de las fronteras terrestres con Jordania, en el valle del Jordán, y entre Gaza y Egipto, pero fuentes palestinas denunciaron después que el aeropuerto de Gaza sigue cerrado pese a las promesas israelíes de permitir de nuevo su funcionamiento. Las fuentes dijeron que ayer no se permitió el despegue de ningún avión de este aeropuerto -que fue inaugurado en 1998 gracias a la ayuda internacional- pero que Israel se ha comprometido a autorizar para hoy un vuelo a Jordania y otro a Egipto.

Los palestinos también esperan que Israel cumpla su promesa de levantar el cerco de hierro -con tanques- que impuso a las ciudades palestinas y las restricciones al movimiento de personas y mercancías como represalia a la Intifada, un «castigo colectivo» para los casi tres millones de palestinos que viven en Gaza y Cisjordania. El jefe de la milicia armada de Al Fatah, los Tanzim, Husein A-Shej, declaró por la mañana que la consigna era «seguir con la Intifada», el levantamiento armado contra la ocupación israelí, pero la declaración oficial de Arafat llamando a la calma parece haber surtido efecto al menos momentáneamente.