El presidente de Alemania, Johannes Rau, y el presidente del
Consejo Central de los Judíos en Alemania, Paul Spiegel, apelaron
ayer a los manifestantes que participaron en Berlín en la marcha
contra la violencia de extrema derecha a seguir luchando en la
«vida práctica» contra ese peligroso fenómeno. La manifestación,
dijo Rau, es una señal importante para este país y para el
extranjero, pero las señales «no pueden sustituir la forma de
actuar en la vida cotidiana».
Spiegel se congratuló de que tantas personas (más de 200.000)
hubieran respondido a la convocatoria de la manifestación, pero
advirtió que hay que seguir combatiendo el extremismo «en las
calles». Pidió a los políticos que no empeoren la situación con
debates sobre las leyes de inmigración, a los policías que
comprendan que tienen que proteger a todos, y a los ciudadanos que
intervengan cuando oigan declaraciones racistas o vean que se trata
mal a un extranjero.
Explicó que los hebreos que viven hoy en este país no quieren
ver realizado el sueño de Hitler de lograr una «Alemania libre de
judíos» y que por eso quieren permanecer en esta tierra, pero
insistió en que para ello hace falta el apoyo de la sociedad
alemana. Los neonazis «creen que actúan en nombre de nuestro país,
pero son un insulto para nuestra patria», son enemigos de su propio
país.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.