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EFE -KIEV La detección de una fuga de vapor obligó ayer a parar el tercer reactor de la central nuclear de Chernóbil, a menos de diez días de su cierre definitivo y mientras continúan negociándose las compensaciones económicas que reclama Ucrania.

Los técnicos de la planta, tristemente famosa en todo el mundo por la explosión que en abril de 1986 destruyó el reactor número cuatro y causó la mayor tragedia nuclear de la historia, indicaron que no se advirtieron cambios en los niveles de radiación del complejo.

Tras localizarse la zona de la fuga, el equipo de emergencia de la central atómica procedió a enfriar el reactor para determinar los daños exactos que pudo causar el calentamiento excesivo.

El Grupo de los Siete países más industrializados y la Unión Europea firmaron en diciembre de 1995 un memorando con Ucrania para sufragar los gastos del cierre, siempre y cuando la central dejara de funcionar antes de que concluyera el año 2000.