4.000 españoles se manifestaron en Niza.

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M. CARMEN ROMERO - NIZA Unos 60.000 sindicalistas de todos los rincones de Europa, según los organizadores, y entre 40.000 y 50.000, a tenor de la policía, desfilaron bajo la lluvia, pero en un clima festivo y distendido, por las calles de Niza, en medio de draconianas medidas de seguridad y la mirada de unos miles de agentes pertrechados hasta los dientes. Su principal reivindicación, «una Europa del Pleno Empleo, los Derechos Sociales y la Igualdad en el Trabajo», así como la exigencia de que el proyecto de Carta Europea de Derechos Fundamentales adquiera un carácter vinculante, algo que no harán en Niza los líderes de la Unión.

Activistas de centrales sindicales de todos los países de la UE, así como de la República Checa, Polonia (Solidaridad) y otros países de Europa central y del Este, se manifestaron durante más de dos horas al grito de «Todos juntos», «No a la Europa loca, más derechos sociales para todos», «sí a la Europa social, no al capital». «Esperamos que la cumbre que mañana (hoy) se abre en Niza pase de las intenciones declaradas a ejes claros que puedan significar un avance social», declaró Emilio Gabaglio, secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en el estrado, arropado por los líderes de las principales centrales sindicales europeas al término de la «euro-manifestación».

Emocionado, Cabaglio tuvo palabras de especial reconocimiento para los sindicalistas ingleses, «por primera vez presentes», y a los «queridos compañeros de España» les agradeció «muchísimo» su «masiva participación en el acto de hoy (ayer), clave para conseguir el giro social necesario en la construcción europea». Su correligionario de la francesa Confederación General de Trabajadores (CGT), Bernard Thibault, subrayó ante las bases que «estamos aquí para que los jefes de Estado, que desde hace muchos años adoptan decisiones monetarias sin preocuparse del aspecto social, adopten finalmente medidas sociales».