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FRANCE PRESS - JERUSALÉN La decisión del Meretz supone un nuevo giro en los pronósticos sobre el futuro político de Israel y en consecuencia sobre el proceso de paz, al dejar a dos 'halcones', Barak y Sharon, vía libre para que luchen por dirigir los designios del Estado hebreo. «Esta decisión fue tomada por una débil mayoría de los miembros de la dirección del Meretz y me siento feliz de que el campo de la izquierda se presente unido en la carrera para la elección de primer ministro», declaró el diputado Haim Oron. «Nuestro objetivo es que Ehud Barak obtenga la victoria ante Ariel Sharon. Así también podremos favorecer los esfuerzos de paz», añadió.

Tras este fracaso, Peres dijo que sigue «apoyando el proceso de paz». «Sigo perteneciendo al Partido Laborista y quiero impedir la victoria de Ariel Sharon», añadió. «Hay que impedir esta victoria y las posibilidades son pocas. Los sondeos demuestran que había que permitirme lo que se le permitió a Netanyahu: presentarme a las elecciones. Desgraciadamente no fue el caso», manifestó.

La Knesset (Parlamento) aprobó una enmienda a la ley electoral para permitir a Netanyahu ser candidato a la jefatura de gobierno, posibilidad reservada hasta entonces a los diputados. Para aspirar a primer ministro, Peres necesitaba el apoyo de 10 diputados, el número de escaños del Meretz en la Knesset.

Frente a este embarazoso dilema, el partido hizo lo posible para que Peres y Barak, candidato laborista, llegasen a un compromiso. Antes de la reunión de la dirección de Meretz, el jefe del partido Yossi Sarid reunió en el ministerio de Defensa en Tel Aviv a Peres y Barak, sin obtener una conciliación. Sarid trató de convencer a los dos responsables de que cooperasen en la carrera electoral. Barak aceptó que Peres asumiese un papel clave en el proceso de paz y que, a cambio, renunciase a la candidatura.