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EFE-JERUSALÉN El favorito, el derechista Ariel Sharon, ha anulado sus apariciones públicas para «no perder puntos». Como viene ocurriendo desde hace más de un mes, los sondeos del fin de semana siguen dando a Sharon una gran ventaja sobre Barak, que va de los 17 a los 21 puntos, según los diferentes diarios israelíes, mientras el porcentaje de indecisos ronda el 15 por ciento.

Fuentes próximas al candidato derechista revelaron que éste suprimió sus apariciones públicas porque, «cuando hay una diferencia de dos dígitos, no hay que arriesgarse a cometer errores». A diferencia de Sharon, líder del bloque derechista Likud, el dimisionario primer ministro ha sido durante el fin de semana el protagonista en todos las cadenas de televisión israelíes, en las que ha asegurado estar «muy satisfecho con mi gestión como jefe de Gobierno y sé que he hecho lo que era bueno para el país».

En caso de que mañana se confirme su victoria, Sharon tiene previsto, al parecer, telefonear a Barak para proponerle la formación de un Ejecutivo de estas características, aunque se desconoce cuál será la respuesta del primer ministro dimisionario. La Policía israelí comenzó a reforzar ayer sus efectivos con vistas a las elecciones, ante la posibilidad de que se produzcan incidentes.

Barak, en un intento desesperado por captar votos, se disculpó ayer en la última reunión de Gobierno antes de las elecciones por la muerte de 13 árabes-israelíes el pasado octubre en manifestaciones de protesta que fueron duramente reprimidas por su país. El dimisionario primer ministro asumió toda la responsabilidad por esos incidentes, que han puesto al millón de árabes-israelíes en su contra, y expresó su condolencia a los familiares de las víctimas.