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EFE-ESTRASBURGO El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, lamentó ayer que «el problema verdadero de la Unión Europea es que hemos perdido el hilo sobre la dirección que hemos de seguir», por lo que se hace necesario «un proceso de reflexión serio» tras la cumbre de Niza. Prodi hizo estas declaraciones durante su intervención en el pleno del Parlamento Europeo, donde acudió para explicar las prioridades de la Comisión para el año 2001.

En su discurso defendió incrementar la «solidaridad entre los pueblos» y «afirmar los valores de democracia y de justicia». El presidente de la Comisión abogó por «lanzar una nueva ronda de negociaciones comerciales», con un énfasis especial en los países subdesarrollados. Propuso a los Quince la eliminación de fronteras con los países más pobres. «A los 48 países más pobres del mundo hay que permitirles que exporten a la Unión Europea cualquier cosa, menos armamento», propuso Prodi.