Dos periodistas murieron y varias decenas de personas resultaron
heridas ayer en los enfrentamientos registrados durante una
manifestación convocada en Argel para denunciar «la represión» en
la región bereber de la Cabilia. Al menos un millón de personas,
según los organizadores, participó en la marcha más numerosa que ha
vivido en su historia el país y que desembocó en violentos
enfrentamientos en las calles de la capital argelina al intervenir
las fuerzas de seguridad.
Los sucesos más graves se registraron en la Plaza del Primero de
Mayo, donde los dos informadores y una tercera persona fueron
atropellados por un autobús. Los periodistas, identificados como
Adel Zerruk, de 26 años y que trabajaba en la revista «Errai», y
Nedjma Fadhela, del periódico «Echorruk El Yaumi», fueron los
fallecidos. Hasta el momento no han sido aclaradas las
circunstancias en que se produjo el atropello.
Mientras en un principio trascendió que los informadores fueron
arrollados cuando el conductor del autobús intentaba esquivar a un
grupo de manifestantes que querían incendiar el vehículo, una
segunda versión apunta a que el autobús era conducido por un
manifestante, que lo había robado. Por otra parte, decenas de
manifestantes resultaron heridos de diversa consideración, según
los testigos, en los enfrentamientos con unidades antidisturbios,
una treintena de cuyos miembros también sufrieron lesiones, informó
una fuente policial.
La tensión caracterizó desde primeras horas de la mañana la
protesta, convocada por la coordinadora de ciudades y pueblos de la
Cabilia para expresar sus reivindicaciones, de carácter social,
político y de reconocimiento de su identidad, al presidente
argelino, Abdelaziz Buteflika. Centenares de coches, camiones,
autobuses y furgones, así como algunos trenes e, incluso, un barco,
fueron requisados o alquilados para trasladar a los participantes
en la marcha, que partió dos horas antes de lo que estaba previsto
en la periferia de Argel.
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