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MIGUEL MURADO-JERUSALÉN El alto el fuego en Oriente Próximo se mantiene, a pesar de cuatro nuevas muertes registradas ayer. El ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, declaró ayer que el alto el fuego debe seguir vigente, lo que ha contribuido a aumentar sus diferencias con el primer ministro, Ariel Sharon, quien aseguró ayer que el plan de «enfriamiento» de seis semanas no comenzará hasta que cese completamente la violencia. Según todos los observadores, esta exigencia hace prácticamente imposible la reanudación de las negociaciones.

A pesar de todo ello, tanto Simón Peres, como el ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, declararon ayer que el alto el fuego continúa vigente. Concretamente, Peres aseguró ayer que el alto el fuego entre palestinos e israelíes sigue en vigor, a pesar del atentado terrorista de hoy en el que murió un colono hebreo en Cisjordania, según declaró a la Radio del Ejército. En todo caso, reconoció que el alto el fuego total ya no será posible.

Mientras, proseguía la polémica en el seno del gobierno respecto a las distintas evaluaciones de este alto el fuego. Tanto Ben Eliezer como Sharon añadieron más tensión a las ya difíciles relaciones con Simón Peres al afirmar ambos que el período de seis semanas de «enfriamiento» que, según los acuerdos, debe preceder a las negociaciones políticas, sólo empezará a contar cuando la violencia haya cesado por completo, incluido el lanzamiento de piedras.

Acaso para tranquilizar un tanto los ánimos, Ariel Sharon aseguró que no tiene la intención de conducir a su país a una confrontación bélica, por considerar que «la guerra es el último recurso», según declaró a la Radio del Ejército. «La guerra es el último recurso, y nosotros habitualmente optamos por otras vías para intentar resolver la situación de seguridad», declaró. «Ir ahora a la guerra, en mi opinión, es totalmente incorrecto e inapropiado», añadió.

Mientras, los agentes de la Policía israelí han sido dotados este año con balas «Dum-dum», prohibidas por las convenciones internacionales porque se fragmentan dentro del cuerpo de la víctima, informó ayer la prensa local. Estas balas, que son usadas con rifles de pequeño calibre, están diseñadas para causar el mayor daño posible cuando penetran en un cuerpo, ya que se ramifican en el impacto, por lo que están destinadas principalmente para herir. El diario progresista «Haaretz» informó de que posee una muestra de 50 balas de este tipo, que llevan impreso el emblema de la Policía de Israel y la indicación de que se trata de balas de punta blanda (SP, por sus siglas en inglés), conocidas coloquialmente como «dum-dum».