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Los abogados del ex dictador chileno Augusto Pinochet modificaron su estrategia de defensa al solicitar formalmente el sobreseimiento de su caso por «demencia». «En este caso el problema es una demencia sobreviniente. Augusto Pinochet no es procesable porque no existen las condiciones para realizar el debido proceso», afirmó el abogado Pablo Rodríguez, jefe de la defensa del desaforado senador vitalicio.

Esta argumentación fue presentada en la primera jornada de alegatos realizada ayer durante la vista de la solicitud de cierre temporal de la causa por violaciones de los derechos humanos que se sigue contra Pinochet en Chile. El abogado querellante Eduardo Contreras señaló que es la primera vez que la defensa «pide expresamente el sobreseimiento por el artículo 409, número tres del Código de Procedimiento Penal, esto es, loco o demente».

«Se acabó entonces el cuento de liberarlo por razones de debido proceso o por problemas de salud física. El ha hablado completamente de locura o demencia», afirmó. Exámenes mentales practicados al octogenario general en enero pasado por orden del juez Juan Guzmán -instructor del proceso- concluyeron que padece «demencia vascular subcortical leve a moderada», ante lo cual el magistrado declaró que su imputabilidad está «disminuida», pero no «extinguida».

Pero la defensa aclaró que no reclama su inimputabilidad, sino su «injuzgabilidad» e insistió en la tesis del «debido proceso» que garantiza la Constitución militar de 1980 y que, a su juicio, Pinochet no ha tenido debido a que por su deteriorada salud no puede defenderse.