Siete personas, entre ellas dos gendarmes, murieron y cerca de 120
resultaron heridas en los disturbios registrados en la Cabilia y en
otras localidades del este de Argelia, según indican en su edición
de ayer los diarios argelinos. Tres manifestantes murieron y una
veintena resultados heridos en los violentos enfrentamientos
ocurridos en Akbu (Pequeña Cabilia, a 250 kilómetros al este de
Argel).
Asimismo, un gendarme murió y 27 manifestantes resultaron
heridos en Dra Ben Jedda (Gran Cabilia, a 110 kilómetros al este de
Argel), mientras otro gendarme murió en los enfrentamientos en Tizi
Rached, en esta misma región. Además, dos manifestantes murieron en
Chrea (a 600 kilómetros al este de Argel). En Ain M'lila, cerca de
Constantina (a 430 kilómetros al este de Argel), 40 personas
resultaron heridas en los disturbios, mientras que otros tres,
entre ellos un oficial de policía, resultaron heridos en Berrahal
(a 600 kilómetros al este de Argel).
La tensión en la Cabilia corre el riesgo de agravarse aun más de
lo que está tras la decisión del Gobierno argelino de suspender las
manifestaciones en Argel, tildada de «declaración de guerra» por
los Comités de Aldeas (dirigentes bereberes), que convocaron a la
población de Tizi-Uzu a celebrar un «día de duelo» en esa ciudad.
El coordinador de los comités, Belaid Aberkan, acusó al Gobierno
del primer ministro argelino, Alí Benflis, de «atizar el fuego de
la revuelta y mantener un clima de terror» destinado a desacreditar
a un movimiento de protesta que ya rebasó los límites de la Cabilia
para extenderse por varias localidades del este del país.
En la población bereber, según Aberkan, los ánimos se encuentran
tan exaltados que ni siquiera los comités integrados por ancianos
se declaran capacitados para ser obedecidos por los manifestantes,
y en la misma situación se encuentran las dos formaciones políticas
cuyo feudo radica en la Cabilia. El Frente de las Fuerzas
Socialistas (FFS) y la Agrupación por la Cultura y la Democracia
(RCD) sostienen la determinación de los comités de «proseguir el
combate» hasta que el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika,
responda al pliego de reivindicaciones.
El documento elaborado el pasado día 11 por los comités pide que
el Gobierno indemnice a las familias de los jóvenes fallecidos, y
se procese a los mandos de la gendarmería y los agentes del orden
responsables de los disparos con munición real contra los
manifestantes. Las reivindicaciones históricas de la población de
origen bereber destinadas a preservar su identidad social y
cultural, entre ellas la oficialización de la lengua «tamazight»,
son exigidas de forma incondicional. En este sentido, los comités
rechazan la oferta de Buteflika para convocar un referendo nacional
a propósito de las demandas de la población bereber.
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