Esta «inaceptable cara de la violencia» debe servir para
«recordarnos a todos nosotros lo que está en juego en este proceso
de paz», dijo ayer el ministro británico para Irlanda del Norte,
John Reid, tras reunirse con Richard Haas, el enviado del
presidente estadounidense, George W. Bush. En los enfrentamientos
registrados en Belfast entre unas 600 personas de las comunidades
católica y protestante, se oyeron disparos de bala y se lanzó más
de un centenar de bombas incendiarias, mientras 39 agentes
resultaron heridos, informó la policía norirlandesa.
La creciente tensión en Irlanda del Norte tiene como telón de
fondo el estancamiento del proceso de paz, la amenaza de dimisión
del líder unionista y ministro principal de la provincia, David
Trimble, y la proximidad de los conflictivos desfiles orangistas,
que tradicionalmente se celebran en julio. En una conferencia de
prensa, Reid aseguró que el Gobierno británico está dispuesto a
cumplir sus «obligaciones sobre una reducción de la presencia
militar y sobre la reforma de la policía (en Irlanda del Norte)
para avanzar este proceso».
Pero advirtió de que «las otras partes implicadas, incluido el
IRA y (su brazo político) Sinn Fein, deben estar dispuestos a hacer
lo mismo». Los unionistas exigen que el Ejército Republicano
Irlandés (IRA) cumpla su compromiso de desarme, mientras que los
republicanos insisten en que Londres debe llevar a cabo la
desmilitarización de la provincia y la reforma de la policía en los
términos acordados. «Si no nos movemos de nuestras posiciones,
nadie avanzará», declaró Reid. Por su parte, Haass afirmó que el
Gobierno norteamericano está dispuesto a «apoyar el proceso» de
paz, pero no un plan secreto para resolver la actual crisis.
En Dublín, el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, instó ayer
al IRA a que tome la delantera y cumpla su compromiso de desarme,
pues de lo contrario, advirtió de que no se producirán cambios en
la desmilitarización ni en la reforma de la policía. Ahern
respondió así en el Parlamento irlandés a una pregunta de un
diputado sobre las declaraciones hechas anoche por un representante
del IRA, en el sentido de que el desarme de la banda terrorista se
puede resolver, pero no mediante el «ultimátum» de los unionistas o
los términos impuestos por el Gobierno británico.
A ese respecto, David Trimble amenaza con dimitir si para el
próximo 1 de julio no se ha producido el desarme del IRA, lo que
puede provocar una crisis institucional en la provincia. Ahern hizo
un llamamiento a «todas las partes implicadas a que contribuyan a
crear las circunstancias» que permitan rescatar al proceso de paz
de la crisis en que se halla sumido. Pero el unionista radical Ian
Paisley, líder del Partido Democrático Unionista (DUP), dijo que
está convencido de que si Trimble dimite, el Gobierno británico
suspenderá las instituciones autónomas norirlandesas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.