La capital de la Gran Cabilia se hallaba anoche sumida ayer en el
humo de las granadas lacrimógenas lanzadas por las fuerzas
antidisturbios contra centenares de manifestantes que las hostigan
con piedras y botellas incendiarias. Los enfrentamientos dieron
comienzo al mediodía en la principal avenida de Tizi-Uzu, que quedó
cortada al tráfico cuando los jóvenes lanzaron proyectiles contra
el cuartel de la gendarmería.
Efectivos de las «compañías nacionales de seguridad» se unieron
a los gendarmes para perseguir por todo el perímetro urbano a los
jóvenes, mientras desde los balcones se les lanzaban botellas de
vinagre para empapar los pañuelos que los manifestantes utilizan
para soportar el humo acre de las granadas. Desde una de las
terrazas del hotel «Lala Khadija» se puede observar todo el centro
de la ciudad envuelto en el humo de las granadas, así como
persecuciones entre fuerzas del orden y los manifestantes.
Los comerciantes bajaron rápidamente sus cierres metálicos, el
tráfico rodado quedó interrumpido, y los choques continúan con gran
intensidad siete horas después de haber comenzado.Uno de los
manifestantes señaló que están dispuestos a hostigar toda la noche
a los «cascos azules», calificativo que dan a las fuerzas
antidisturbios.
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