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La Comisión Europea lanzó ayer una investigación por sorpresa en las instalaciones de nueve operadoras de telefonía móvil en Alemania y en el Reino Unido por sospechar que tienen acuerdos que distorsionan la competencia. La investigación de la Comisión Europea tiene como objetivo analizar las condiciones en las que se prestan los servicios de itinerancia («roaming»), que permiten que un cliente de una compañía de telefonía móvil pueda utilizar su teléfono en otro país.

Bruselas sospecha que algunas compañías hayan podido llegar a acuerdos para establecer precios que no se ajustan a los costes en los que incurren por la prestación de ese tipo de servicios, lo que va en contra de las normas comunitarias de competencia. Bruselas confirmó que ayer se hicieron inspecciones «simultáneas y por sorpresa», por parte de funcionarios de la Comisión y de autoridades nacionales de Competencia, en instalaciones de nueve operadores de telefonía móvil en ambos países, cinco británicas y cuatro alemanas.

«Hay que ir donde hay más posibilidades de encontrar algo», dijo Michael Tscherny, portavoz de Monti, quien confirmó que se trata de todas las que operan en los dos países. En Alemania tienen servicios de telefonía móvil T-Mobil, Manesmann, E-Plus y Viag-Interkom, mientras que las británicas con licencia para operar son BT, Vodafone, One2One, Orange y TIW.

La Comisión Europea afirma que la investigación forma parte del análisis de las condiciones en las que se prestan los servicios de acuerdos de itinerancia por parte de las compañías operadoras de telefonía móvil y que la Comisión Europea comenzó en 2000. Ya el año pasado, el comisario Monti identificó los acuerdos de itinerancia como uno de los ámbitos que, en el sector de las telecomunicaciones, planteaban dudas a la Comisión por su posible incompatibilidad con las normas de competencia comunitarias.