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EFE-NUEVA DELHI El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, contra los deseos del Gobierno indio, se entrevistó ayer en Nueva Delhi con líderes secesionistas cachemiríes en la misión diplomática de su país, en el primer día de visita oficial que inició a India. El encuentro se produjo un día antes de la histórica cumbre que el hombre fuerte de Pakistán, general Pérvez Musharraf, mantendrá hoy en Agra con el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee, que ha estado precedida por un intercambio de disparos entre soldados de ambos países en la línea divisoria en Cachemira.

Durante la cumbre, que se celebrará en la ciudad india famosa por el monumento funerario del Taj Mahal, se espera un acuerdo para reanudar el dálogo interrumpido hace dos años sobre la disputa territorial de Cachemira, dos de cuyos tres tercios están bajo control de la India y el resto de Pakistán, y motivo de dos de las tres guerras que han librado ambas naciones en medio siglo. El encuentro con los secesionistas cachemiríes tuvo lugar durante una recepción a la que fueron invitados líderes de la Alianza Multipartidista para la Libertad (AML), coalición de 23 partidos que luchan por la secesión de la región himalaya de Cachemira bajo control indio o por la anexión a Pakistán, que administra el resto del territorio.

La gubernamental Alianza Democrática Nacional (AND), que lidera el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee, anunció que boicotearía la recepción si eran invitados los jefes de la AML, pero la legación paquistaní siguió adelante con sus planes, ignorando la oposición de Nueva Delhi. Durante la recepción de la discordia, a la que no asistieron los representantes de la AND, Musharraf se entrevistó a puerta cerrada.