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FRANCE PRESS-MOSCÚ El presidente de Rusia y China, Vladimir Putin y Yiang Zemin, firmaron ayer por primera vez en 50 años un tratado de amistad y cooperación así como una declaración donde expresaron la actualidad del acuerdo estratégico militar del año 1972, el Tratado Antimisiles Balísticos (ABM), calificándolo de «la piedra angular de la estabilidad estratégica», a la vez que expresaron su conformidad en la prolongación del mismo, tratado que Estados Unidos quiere abandonar para el despliegue de su sistema de escudos antimisiles (NMD).

Los dos mandatarios hicieron un llamamiento a todos los países del mundo para que colaboren a favor de la «no proliferación» y distribución de armamentos nucleares en cualquiera de sus aspectos, expresando de esta forma su oposición al programa NMD, que obtuvo un rotundo éxito en un ensayo el pasado sábado.

De esta forma, con este tratado de amistad, China y Rusia se comprometen a realizar esfuerzos «en pro del equilibrio estratégico mundial y de la estabilidad». El último tratado firmado por los dos países tuvo lugar en 1950. En apoyo a la posición rusa, China condenó ayer el programa antimisiles estadounidense al considerar que «Estados Unidos ignora las reservas y la oposición de la comunidad internacional con su insistencia en poner a punto un proyecto de despliegue de sistema de defensa antimisiles contrario al ABM», según declaró un portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores.

Según él, «todo esto es desfavorable a la estabilidad y equilibrio estratégico mundiales. Instamos a la parte estadounidense a tener en cuenta la opinión pública y la preocupación de otros países, así como a demostrar prudencia en este tema», declaró. Por su parte, Rusia afirmó ayer que el programa estadounidense antimisiles amenazaría a «toda la arquitectura del desarme nuclear y de la no prliferación de armas con base en el Tratado Antimisiles Balísticos ABM de 1972», según indicó el portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Alexandre Iakovenko.