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AFP-WASHINGTON/JERUSALÉN La Casa Blanca advirtió ayer a israelíes y palestinos que la continuidad de la violencia conducirá al desastre e hizo un llamamiento para que se ponga fin inmediatemente a los ataques. «Las dos partes deben reconocer que continuar en esta vía no podrá más que conducirlos al desastre. Es necesario que tomen medidas inmediatas para restaurar la calma», declaró el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Scott McClellan, en Crawford (Texas) donde el presidente George W. Bush está de vacaciones en su rancho.

Israel ha publicado una lista con los nombres de siete activistas palestinos a los que amenaza con «eliminar» si la Policía del presidente palestino, Yasir Arafat, no los detiene en los próximos días. La Autoridad Palestina rechazó ayer estas exigencias y respondió con otra lista similar de 50 activistas israelíes también acusados de actos de violencia. El Ministerio de Defensa israelí hizo pública ayer una lista de presuntos terroristas cuya detención ha exigido a las autoridades palestinas. Éstas no sólo se han negado a ello; han recordado a los israelíes que los activistas judíos que mataron a una familia palestina el mes pasado en Hebrón, incluido un bebé, tampoco han sido detenidos todavía.

La lista del Ministerio de Defensa es sorprendentemente breve: siete nombres. El Gobierno de Sharon ha exigido a la policía de Arafat que detenga a varias docenas de activistas, pero asegura que estos siete son los más activos en la preparación de atentados contra objetivos israelíes. En esta línea, Sharon volvió a justificar ayer la política de eliminación de activistas palestinos acusados de efectuar «actividades terroristas» contra Israel. «Hemos adoptado medidas defensivas antiterroristas para la intercepción de kamikazes y para evitar incursiones y comandos» contra Israel, dijo Sharon. «La Autoridad Palestina dirige y coordina una coalición de organizaciones terroristas. Ejercemos nuestro derecho de autodefensa contra asesinos ciegos que matan a hombres, mujeres y niños inocentes, como cualquier otro país lo haría si la vida y la seguridad de sus ciudadanos estuviera en peligro», añadió.