Fujitsu despedirá a 16.400 trabajadores, 11.400 en el extranjero y
5.000 en Japón, como parte de una reorganización general de sus
operaciones que las orientará hacia aplicaciones de banda ancha en
Internet, informó ayer la compañía. El plan será introducido en los
próximos tres años y pretende situar los ingresos operativos de
Fujitsu en 400.000 millones de yenes (unos 3.278 millones de
dólares) con recortes de costes fijos en ese plazo de 100.000
millones de yenes (820 millones de dólares).
En un comunicado, la compañía explicó que la caída de la demanda
global de productos tecnológicos, la desaceleración de la inversión
y de la demanda de semiconductores han creado una situación muy
delicada en los mercados que ha forzado al grupo a
reorganizarse.
Unos 4.700 trabajadores serán desplazados de sus actuales
puestos de trabajo a otros en las distintas empresas del grupo,
dice el comunicado y agrega que la empresa venderá parte de su
participación en la fábrica de memoria instantánea en Gresham
(Oregon, EE UU) y dejará de producir disqueteras de 3'5 pulgadas
para ordenadores personales. Fujitsu cuenta con 180.000
trabajadores en todo el mundo por lo que el recorte afectará al 9'1
por ciento de la plantilla.
La compañía japonesa registró entre abril y junio pérdidas
operativas de 42.300 millones de yenes (unos 346 millones de
dólares) y para el año fiscal completo que termina el 31 de marzo
del 2002, prevé que serán de 220.000 millones de yenes (unos 1.800
millones de dólares). El anuncio de la reorganización, conocido de
forma no oficial el pasado domingo, hizo que las acciones de
Fujitsu subieran ayer en la Bolsa de Tokio un 2'81 por ciento.
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