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AGENCIAS-WASHINGTON El producto interior bruto de Estados Unidos creció un 0'2 por ciento en el segundo trimestre, el menor ritmo en ocho años, informó ayer el Departamento de Comercio. Unos datos que corroboran el proceso de desaceleración en el que está inmersa la economía mundial. En este sentido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento de la economía mundial, que ha fijado en el 2'8 por ciento en 2001 y el 3'6 por ciento en 2002, cuatro y tres décimas menos que en la anterior estimación, según publicó ayer el diario italiano 'Il Sole 24 Ore', que se hace eco de un informe que el organismo internacional difundirá en septiembre.

El fiel reflejo de la situación mundial es EE UU, donde la ralentización es un hecho. En el primer trimestre el PIB de Estados Unidos creció un 1 por ciento. La economía de Estados Unidos, que ha crecido sin pausas durante una década, experimenta desde julio del año pasado una desaceleración brusca en su ritmo de crecimiento que ha asustado a los inversores financieros y ha creado la sensación de que se puede estar al borde de la recesión.

Ante esta situación, el presidente estadounidense, George W. Bush, reconoció ayer que la recuperación de la economía «es muy lenta», pero confió en que la inyección de dinero que traerá el recorte de impuestos contribuirá a consolidar la mejoría. En esta misma línea, la Bolsa de Tokio cerró ayer por debajo de la barrera psicológica de los 11.000 puntos, por primera vez desde hace 17 años, debido a la caída experimentada el martes por los mercados estadounidenses y a las malas noticias sobre la economía japonesa. El índice de referencia, el Nikkei-225, experimentó ayer un retroceso del 1'9 por ciento al perder 209'64 puntos, cerrando la sesión en 10.979'76, su nivel más bajo desde el 20 de octubre de 1984.

Ante tal situación, el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, defendió ayer la necesidad de reformar la economía, a pesar de que la coyuntura es desfavorable y ha llevado a la bolsa a su mínimo en diecisiete años. «Mantengo firmemente que acometer las reformas económicas estructurales ahora es lo que permitirá la recuperación de nuestra economía», afirmó.