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El hecho de que dos Boeing-757 y un Boeing-767 fueran utilizados como misiles contra las Torres Gemelas y el Pentágono, ha provocado muchos interrogantes sobre las medidas de seguridad a bordo de los aviones. Para intentar clarificar esta cuestión y otras relacionadas con todo lo acontecido el pasado día 11 en New York y Washington, el comandante de Boeing-767 Pedro Vidal, con más de 11.000 horas de vuelo, da su punto de vista. Preguntado sobre quién pilotaba los aviones suicidas, Vidal indica que «mi opinión personal es que había un terrorista al mando del avión. En caso de amenaza a bordo, ante la circunstancia de estrellar el avión o que te peguen un tiro, un piloto opta por los daños menos colaterales y buscando el desenlace menos fatal y con menor número de víctimas».

En cuanto a la seguridad, puntualiza «vas aprendiendo de la experiencia y aplicando soluciones distintas a cada circunstancia. Las medidas actuales parecían efectivas, pero hasta el día 11. Los secuestros de avión siempre se habían saldado hasta la fecha con secuestros de pasajeros y petición de rescate... pero ahora la utilización de un avión como misil es nueva. Un ataque terrorista preparado con fecha y hora como el de las Torres Gemelas se escapa a cualquier tipo de control, máxime al tratarse de una operación descabellada».

Una de las cuestiones que la gente se pregunta es si se necesita mucha o poca preparación para hacer lo que hicieron los pilotos suicidas, «los aviones utilizados son de alta tecnología, de ahí que operar con un tipo de avión de estas características con fiabilidad, seguridad y pericia lleva mucho tiempo, pero visto lo que se hizo no hace falta gran preparación. No estamos hablando de años, ya que las condiciones eran favorables para ello: objetivo muy definido, como las Torres Gemelas, había gran visibilidad y el avión ya estaba en vuelo. No es lo mismo formar un piloto de aerolíneas a preparar un piloto suicida». La reacción de las torres de control en los aeropuertos es otro tema a dilucidar, «las torres de control sí que notaron algo anómalo en estos vuelos. El tiempo de reacción es muy pequeño, máxime al tratarse de vuelos muy cerca de New York y tratarse de aviones comerciales americanos que se desviaron de la ruta de forma sorprendente. Los controladores preguntarían... pero en muy poco tiempo se plantaron ante las Torres Gemelas...».

Respecto a si a bordo de los aviones había explosivos, dijo: «No lo sé. No puedo contestar a esto porque es un cálculo que no manejamos». La reacción de la tripulación es otro tema a dilucidar, «en el entrenamiento específico de los pilotos de líneas aéreas se realizan prácticas sobre fallos mecánicos, vuelos con climatología adversa y todo lo relacionado con el sabotaje, caso de bombas y secuestro. Tenemos un entrenamiento específico, pero no estamos autorizados a desvelarlo».