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EFE- MOSCÚ Rusia descartó ayer que vaya a intervenir militarmente, ni por su cuenta ni en una «operación de castigo de gran envergadura» con otros países, en una acción antiterrorista de respuesta a los atentados cometidos el pasado martes en Estados Unidos. Pese a ello, en medios de los servicios secretos rusos se tiene la plena convicción de que el terrorista y disidente saudí Osama Bin Laden es quien está detrás de los atentados, que destruyeron las Torres Gemelas de Nueva York y parte de la sede del Pentágono en Washington.

«Estamos seguros al cien por cien de que los atentados en EE UU fueron obra de Bin Laden. Sean quienes sean los ejecutores, la organización y la financiación fue suya», declaró un especialista de peso del departamento antiterrorista del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, ex KGB). Varios altos funcionarios rusos dejaron claro que la disposición de Moscú para colaborar con Occidente en la lucha contra el terrorismo sólo atañe a los servicios secretos, pero en ningún caso implicará el uso de la fuerza militar.

Al término de una reunión celebrada en Bruselas, la OTAN y Rusia se unieron en su determinación a «no dejar sin castigo» a los responsables de los atentados terroristas. «La OTAN y Rusia piden a toda la comunidad internacional que se unan en la lucha contra el terrorismo», subrayaron las dos partes en una declaración suscrita por los embajadores de los 19 países aliados y de Moscú. Pero el viceministro de Asuntos Exteriores, Yevgueni Gusárov, explicó que el documento «no significa que Moscú esté dispuesta a participar junto a la Alianza Atlántica en algún tipo de operación de castigo contra los terroristas».

Aunque admitió que el documento apunta a una mayor colaboración en la lucha antiterrorista, Gusárov subrayó que «no se trata de operaciones conjuntas, sino de evitar que los culpables de los atentados, dondequiera que se encuentren, eludan sus responsabilidades». Los ministros de Exteriores ruso, Igor Ivanov, y francés, Hubert Vedrine, abogaron en Moscú por acciones conjuntas antiterroristas, pero el primero habló de trazar «medidas colectivas sobre una sólida base jurídica», mientras que el segundo se refirió a la toma de «medidas militares».