Estados Unidos responderá a los ataques terroristas con una campaña
militar prolongada, en lo posible en coalición con sus aliados, y
no se reducirá a ataques aislados. El subsecretario de Defensa,
Paul Wolfowitz, informó ayer de que el presidente estadounidense
tiene una amplia gama de opciones para responder a los atentados
terroristas, y aseguró que la respuesta será «una acción militar
sostenida». «Esta campaña militar será mantenida hasta que esa
gente (los terroristas) y quienes los apoyan cesen en sus
actividades», advirtió Wolfowitz. «Una cosa debe quedar clara, esto
no será un solo ataque, será una campaña y no importa cuán
dramática sea», precisó el número dos del Pentágono.
Las opciones militares que se barajan son muy amplias, desde
bombardeos con aviones B-2, lanzamiento de misiles o el envío,
incluso, de grupos de elite de operaciones especiales. El portavoz
de la Casa Blanca, Ari Fleischer, explicó que Bush no necesita que
el Congreso apruebe una declaración de guerra si se decide lanzar
un ataque de represalia. «Como comandante en jefe, el presidente
puede ordenar una operación militar destinada a proteger la
seguridad del país», afirmó Fleischer. El portavoz de la Casa
Blanca agregó que con la aprobación de una resolución conjunta por
parte del Congreso en apoyo del presidente y de repulsa de los
atentados sería suficiente para dar a George W. Bush la luz
verde.
Sin embargo, al mandatario estadounidense le gustaría una
resolución sobre el uso de la fuerza «como demostración de la
unidad del país», agregó. Sea cual sea la respuesta de Estados
Unidos, el portavoz añadió que Bush asume que «el enemigo actual es
bien distinto, no tiene rostro, no tiene fronteras. Es un enemigo
propio del siglo XXI». El enemigo en el que convergen todas las
sospechas es el saudí Osama Ben Laden, según afirmó ayer el
secretario de Estado de EE UU, Colin Powell. El jefe de la
diplomacia estadounidense admitió que sobre el terrorista saudí
refugiado en Afganistán recae la mayoría de las sospechas sobre la
autoría de los ataques. Powell dijo que EE UU «busca entre las
organizaciones terroristas que tengan capacidad suficiente como
para llevar a cabo un ataque como el que hemos visto».
Los investigadores, desde el comienzo, orientaron sus sospechas
hacia Ben Laden, a quien EE UU considera responsable de los
atentados de 1993 contra las Torres Gemelas; de 1996 contra las
Torres Khobar en Arabia Saudí, y de 1998 contra las embajadas de
Washington en Kenia y Tanzania. Bin Laden pueda estar escondido en
Afganistán, este país es el primero en la lista de posibles
objetivos, a pesar de las dificultades para detectar la exacta
ubicación del millonario saudí. En principio, EE UU tiene la
intención de pedir el respaldo de la OTAN y de otros países aliados
para llevar a cabo la represalia, aunque no se excluye que actúe de
forma unilateral. El subsecretario de Defensa dijo que Bush
consulta con los aliados, e incluso con Rusia, sobre la situación
derivada de la destrucción de las Torres Gemelas y de una de la
alas del Pentágono.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.