Estados Unidos no se conforma con la detención o muerte de Osama
bin Laden y proseguirá su movilización contra el terrorismo, porque
considera al disidente saudí uno más en la red internacional capaz
de lanzar atentados terroristas. Después de que el presidente de EE
UU, George W. Bush, dijera que este país quiere a Bin Laden,
principal sospechoso de los atentados de hace una semana, «vivo o
muerto», su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó ayer que
la extradición del saudí sería sólo el primer paso en la lucha
antiterrorista.
«La mejor defensa contra el terrorismo es la ofensiva. Estamos
actuando en defensa propia», afirmó hoy el jefe del Pentágono en
conferencia de prensa. Añadió que «está claro que cuando se empieza
una jornada se inicia con un primer paso», y subrayó que la
detención y entrega de Bin Laden sería sólo eso, «un primer paso en
la guerra contra los grupos terroristas», sugiriendo que su entrega
por parte de Afganistán no evitará el ataque militar.
Desde que se cometió el brutal atentado contra las Torres
Gemelas de Nueva York y el Pentágono, y Washington lo consideró un
acto terrorista que puede llevar la firma de Bin Laden, el Gobierno
de EE UU subrayó que no se contentará con dar caza a los autores
del ataque. La persecución irá más allá de una persona y afectará a
grupos y países que alberguen a terroristas o permitan recaudar
financiación en su nombre. Rumsfeld afirmó que el problema del
terrorismo va más allá de un hombre y que «se trata de
organizaciones que pueden continuar haciendo lo que hasta hoy han
llevado a cabo... Si Bin Laden no estuviera allí, su organización
seguiría haciendo lo mismo. El problema supera a Bin Laden».
«Bin Laden es definitivamente un terrorista», dijo Rumsfeld, que
consideró a su organización Al Qaida (La Base) como una red de
amplio espectro y de muchos dirigentes. Para combatir el
terrorismo, EE UU ha diseñado una estrategia que quiere ser global
y que tenga la forma de una coalición multinacional con la que
perseguir a los terroristas y sus grupos.
El disidente saudí tiene grupos que le apoyan en 50
países
Un informe del Congreso de EE UU señala que Al Qaida tiene
seguidores y grupos que le apoyan en al menos 34 países de todo el
mundo, incluido éste, pero el jefe del Pentágono amplió ese número
«a 50 ó 60, incluido Estados Unidos». Rumsfeld señaló que el
fenómeno del terrorismo sorprendió a EE UU «porque estamos
habituados a tratar con ejércitos, armadas y fuerzas aéreas, con
barcos, armas y aviones». «Las organizaciones terroristas -agregó-
no tienen esa capacidad. La suya es diferente. Están con
determinación. Son pacientes y están bien financiados. Funcionan en
todo el mundo, no solo en Afganistán... Los terroristas no actúan
en el vacío ni viven en la Antártica, sino que trabajan y entrenan
en países con el apoyo de gobiernos». Porque es un nuevo tipo de
conflicto, el Gobierno de EE UU «actúa de manera diferente y
mesurada mientras obtenemos información.
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