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EFE-WASHINGTON Estados Unidos ha empezado a estrechar su cerco sobre Afganistán con el envío de nuevas fuerzas a la región del golfo Pérsico y el océano Indico, en preparación de un ataque que se puede producir en cualquier momento. El secretario del Ejército de Tierra, Thomas White, confirmó ayer que sus unidades «están listas para desarrollar operaciones de combate continuas» en la guerra contra el terrorismo anunciada por el presidente George W. Bush. La declaración de White es un día después de que el Departamento de Defensa decidiera el envío a la zona de un centenar de aviones de combate F-15E y F-16, bombarderos B-1 y aviones nodriza KC-10 y de vigilancia E-3 Awac.

Estados Unidos está negociando además la posibilidad de que algunos de sus aviones puedan operar desde las repúblicas centroasiáticas de Tayikistán y Uzbekistán, situadas en la frontera norte de Afganistán, según han reconocido fuentes del Pentágono. El nuevo posicionamiento de fuerzas, que incluye el despacho ayer desde Norfolk, Virginia, del portaaviones «USS Theodore Roosevelt» y su grupo de combate, supone que EE UU está cerrando el círculo en torno a Afganistán y que podría llegar a colocar sus aviones en las mismas fronteras del país que alberga a Osama Bin Laden.

Cerca de trescientos aviones estarán en los próximos días en disposición de lanzar un ataque contra Afganistán, apoyados por tres grupos de combate naval en aguas del golfo Pérsico y del mar de Arabia. Estados Unidos tiene además cerca de 45.000 efectivos en grupos de élite como la unidad Delta Force, los Boinas Verdes y el Equipo Uno SEAL de la Armada. Muchos de los miembros de estas unidades de elite han sido reclamados para el servicio y concentrados ante la posibilidad de que se les encomiende el asalto de las posiciones ocupadas por los terroristas, que ahora tratan de descubrir los servicios de espionaje.

En Afganistán se han identificado campos de entrenamiento de terroristas cerca de Kabul y de las ciudades de Jost y Yalalabad, así como en Kandahar y Herat. La mayoría de estos emplazamientos están a minutos de vuelo desde las fronteras de Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán, países con los que EE UU negocia el emplazamiento de parte de las tropas que ha enviado a la región. Aunque White y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, no han precisado qué unidades podrían entrar primero en combate, varios mandos intermedios de Fort Bragg, la sede del 18 Cuerpo Aerotransportado, en Carolina del Norte, afirman que están listos para ello. Este cuerpo tuvo un papel destacado en la operación «Tormenta del Desierto» en 1991 en Irak y Kuwait, durante la Guerra del Golfo.