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JUAN BARRENA - VARSOVIA El electorado polaco acabó ayer con 20 años de influencia del sindicato Solidaridad en la política nacional al confiar en la izquierda, que gobernará con mayoría absoluta, mientras que los primeros pierden toda representación parlamentaria.

La coalición formada por la socialdemócrata Alianza de la Izquierda Democrática y la socialista Unión del Trabajo (SDL-UP), que lidera el antiguo alto funcionario comunista Leszek Miller, obtuvo una victoria incuestionable en los cuartos comicios legislativos celebrados en Polonia desde la caída del comunismo hace casi doce años y podrá gobernar en solitario.

La hasta ahora gobernante Acción Electoral de Solidaridad Derecha (AWS-P) del primer ministro, Jerzy Buzek, fue enviada literalmente al ostracismo por los polacos, hartos de sus escándalos de corrupción y de la crisis económica del país, sometido al mayor endeudamiento exterior de su historia.

Mientras los primeros sondeos concedían a la izquierda más del 43 por ciento de los votos y una suficiente mayoría parlamentaria, la formación política surgida del sindicato que revolucionó el este de Europa en los años 80 cayó en picado y no contará con un solo escaño en el nuevo «Sejm» (parlamento polaco).

El resultado de los comicios legislativos polacos «es el mejor de los posibles», señaló el analista Adam Michnik, quien valoró irónicamente a Miller como un «gangster honesto y capaz», rodeado de un equipo técnico competente.