El Gobierno de Estados Unidos prepara un informe en el que
detallará las pruebas que vinculan a Osama bin Laden con los
atentados terroristas de Nueva York y Washington, y con las que
justifica las acciones en contra de la red creada por el millonario
saudí. «Hay mucha información clasificada que apunta hacia una
persona y hacia una organización terrorista global», reiteró ayer
el presidente George W. Bush.
El secretario de Estado, Colin Powell, se refirió ayer a que
sobre Bin Laden ya pesan acusaciones de terrorismo por su
participación en los ataques contra las embajadas estadounidenses
en Kenia y Tanzania en agosto de 1998, e informó de que a medida
que EE UU recoge información en todo el mundo, «también nos llega
más información sobre sus actividades y las de su red». «La mayor
parte es información clasificada», afirmó Powell, que también
señaló que al revisar esas pruebas también surgen «áreas
desclasificadas que nos permitirán compartir su contenido con el
público, y así lo haremos». El jefe de la diplomacia estadounidense
afirmó que «no hay duda alguna de que esa red, con ese caballero al
frente "si es que se puede llamar así a un terrorista y aunque sólo
sea por motivos ilustrativos", de que ese tipo, como presidente de
su corporación de terrorismo, es el responsable» de los
atentados.
Afganistán, protector de Bin Laden, ha pedido pruebas de que su
«invitado» participó en ese ataque. Algunos países árabes
moderados, aunque han condenado el ataque y están dispuestos a
cooperar con EE UU contra el terrorismo internacional, han pedido a
Washington que antes de emprender una acción militar se aseguren de
que el culpable es el saudí. Powell subrayó que EE UU «va detrás de
Al Qaida, detrás del terrorismo. Esto es una indicación de que
vamos a utilizar todos los elementos de nuestro poder nacional e
internacional para lograrlo».
Los investigadores, por su parte, siguen adelante con sus
pesquisas para sacar a la luz las conexiones de Bin Laden y su
grupo con el atentado y con otros individuos presentes en EE UU que
podrían cometer nuevos ataques. En Dallas (Texas), el FBI detuvo a
un palestino, Ghasan Dahduli, cuyo nombre aparecía en una agenda de
direcciones de un antiguo secretario de Bin Laden, y que ahora
tendrá que presentarse ante un tribunal de inmigración que decidirá
sobre su deportación, ya que su visado para trabajar era falso.
Por otro lado, Rudolph Giuliani dejó ayer abierta la posibilidad
de capitalizar su actuación tras los atentados presentándose para
la alcaldía de Nueva York, algo que ahora está prohibido por las
leyes municipales. El alcalde neoyorquino, que debería abandonar el
cargo el 31 de diciembre después de dos mandatos consecutivos de
cuatro años, no rechazó la posibilidad de continuar en el cargo, a
unas horas de la celebración de las elecciones primarias para la
Alcaldía. «Necesito tiempo para pensar en lo que voy a hacer»,
señaló Giuliani en rueda de prensa. Su talla política ha crecido de
forma impresionante desde los ataques terroristas.
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