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AGENCIAS ISLAMABAD La confusión y la incertidumbre sobre el resultado real son la única conclusión, por el momento, de las conversaciones que mantuvieron ayer en la ciudad afgana de Kandahar una delegación de ulemas y funcionarios paquistaníes con el líder supremo de los talibán, el 'mulá' Omar. Cuando se esperaba una declaración oficial que informase de la reunión, sobre la que previamente fuentes oficiales paquistaníes habían manifestado su esperanza de que arrojara «resultados positivos», varios medios internacionales, que citaron a fuentes de los talibán, comunicaron que todo había concluido con un fracaso.

Sin embargo, y casi de forma simultánea, el embajador talibán en Pakistán, el 'mulá' Abdul Salam Zaeef, manifestaba de forma categórica que la reunión había sido «fructífera» y que las partes habían acordado continuar con el proceso negociador. «Las dos partes tomaron decisiones importantes que, no obstante, no se van a hacer públicas; las dos partes trataron sobre las maneras de resolver la presente crisis y de cómo asegurar la seguridad y estabilidad de Pakistán y Afganistán», dijo el embajador talibán, quien calificó la reunión de «fructífera».

Por otra parte, el 'mulá' Omar, jefe supremo de los talibán, consideró «posible» que los países que ayuden a Estados Unidos en un eventual ataque contra Afganistán «sean considerados enemigos», en una entrevista al periódico «Entejab».