El grupo de combate del portaaviones USS Enterprises, en el Océano Índico.

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AGENCIAS-BRUSELAS La OTAN se comprometió ayer a cooperar en la respuesta de EE UU a los atentados del 11 de septiembre, tras considerar demostrado que fueron organizados desde el exterior, por lo que están contemplados por la obligación de defensa mutua. El secretario general, George Robertson, anunció la decisión de suprimir el condicionante impuesto el pasado 12 de septiembre e invocar formalmente el artículo V del Tratado de Washington. La decisión fue adoptada tras recibir información de EE UU sobre la complicidad de la organización de Osama Bin Laden, Al Qaeda, en los atentados. Al mismo tiempo, el dirigente aliado sostuvo que sería «prematuro entrar en discusiones sobre cómo va a trasladar la OTAN esta decisión a una operación militar», ya que EE UU aún no ha concluido sus planes para una eventual respuesta. EE UU todavía no ha presentado ninguna petición concreta de ayuda.

La decisión adoptada significa «eliminar todos los condicionantes y poner la OTAN en estado de plena disponibilidad», lo que no supone la obligatoriedad de una implicación directa en una acción militar. Según fuentes diplomáticas, la ayuda a EE UU puede canalizarse «a través de los medios comunes de la Alianza Atlántica y de aportaciones nacionales». La decisión de invocar formalmente el artículo V fue adoptada después de que el Consejo Atlántico, que integran los representantes permanentes de los 19 países aliados, fueran informados por el embajador itinerante de EE UU y coordinador de la lucha antiterrorista, Francis Taylor, de las conclusiones de la investigación sobre los atentados.

«La información presenta puntos concluyentes sobre el papel de Al Qaeda en los atentados del 11 de septiembre», señaló Robertson, que aludió al carácter «secreto» de las pruebas para no desvelar detalles a la prensa. «Sobre la base» de esa información, se decidió que «los ataques del 11 de septiembre fueron dirigidos desde el exterior y, por lo tanto, deben ser contemplados como acciones cubiertas por el Artículo V del Tratado de Washington», anunció el secretario general aliado.

Por su parte, el Gobierno español anunció ayer que ha puesto «a disposición de sus aliados los medios necesarios» para desarrollar una «acción internacional concertada contra el terrorismo», después de que la OTAN invocara ayer el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte. El Gobierno español aseguró que ha sido informado por las autoridades norteamericanas del desarrollo de las investigaciones que se llevan a cabo tras los atentados en EE UU. «Según estas informaciones, queda demostrado con pruebas concluyentes que la autoría y la responsabilidad de dichos actos terroristas corresponde a Osama Bin Laden y a la organización Al Qaeda, que él mismo dirige», dice un comunicado.

Por otro lado, el presidente ruso, Vladímir Putin, consideró ayer que sería «un error de principio» no llevar a cabo una acción militar en Afganistán por temor a que se produjeran víctimas civiles y dijo que los servicios secretos rusos están convencidos de que Osama Bin Laden está detrás de los atentados contra EE UU. En el terreno económico, la Comisión Europea pidió ayer a los países de la Unión Europea (UE) que congelen los fondos de 27 organizaciones o personas «sospechosas de haber financiado actividades terroristas», medida ya tomada por el Reino Unido, Francia y Alemania. El objetivo es permitir que los Quince «actúen rápidamente» en el bloqueo de «cuentas terroristas» y luchen «eficazmente contra la financiación del terrorismo», explicó la Comisión en un comunicado.