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El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, acentuó ayer su retórica militar contra los talibán, entre una serie de avisos que apuntan a que el comienzo de las operaciones en suelo afgano puede estar próximo. «Hemos reunido una coalición internacional que es impresionante y cuyos miembros están firmes», declaró, y recordó a los talibán que deben cumplir sus condiciones "entregar a Bin Laden y destruir todos los campos de entrenamiento terrorista" «o afrontar las consecuencias». «Actuaremos cuando y donde creamos más conveniente. Nosotros tenemos la iniciativa y nada hay que negociar con los talibán», avisó.

Mientras, el Pentágono continúa dando los últimos retoques a su maquinaria militar en la zona. EE UU tiene en aguas del mar Arábigo dos grupos de portaaviones, mientras que un tercero se dirige hacia la zona y un cuarto se cree que está en aguas del Mediterráneo, en concreto en la parte más oriental. Además, el Pentágono tiene en la región un grupo naval de asalto anfibio. El dispositivo incluye un total de 349 aviones de combate, así como otros aparatos de radar, transporte y abastecimiento en vuelo, y EE UU ha logrado la autorización para usar bases o pasillos aéreos en varios países vecinos o próximos a Afganistán, especialmente Pakistán. EE UU también tiene en la zona un número secreto de tropas de las fuerzas especiales. Parte de esas fuerzas, junto con unidades británicas de elite, pueden estar ya en suelo afgano realizando operaciones de vigilancia y búsqueda de Bin Laden y otros miembros de su organización.

Por su parte, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, emprendió ayer una gira por Oriente Medio para estudiar la situación con los dirigentes de la región. Rumsfeld se entrevistará con dirigentes políticos y militares de varios países, que todavía no han sido precisados. La misión de Rumsfeld será «hablar sobre la campaña contra el terrorismo», dijo la portavoz, quien recalcó que esta gira «es un signo muy fuerte de la importancia que damos a la región y a las coaliciones». Sin embargo, EE UU no ha logrado de Arabia Saudí autorización para usar la base Príncipe Sultán.

El aeropuerto National Ronald Reagan, el único que permanecía cerrado y cuyo pasillo aéreo pasa a pocos metros de la Casa Blanca y el Pentágono, fue abierto ayer bajo extraordinarias y drásticas medidas de seguridad. «El gran símbolo de Estados Unidos vuelve a su actividad», anunció el presidente George W. Bush durante un discurso que pronunció en el mismo aeropuerto.