El asesinato del ministro israelí de Turismo, Rejabam Zehevi,
desplazó ayer a un segundo plano el anuncio del primer ministro,
Ariel Sharon, sobre sus condiciones para aceptar un Estado
palestino y hace temer una nueva escalada de violencia. «Con el
asesinato de Zehevi ha comenzado una nueva etapa», afirmó el primer
ministro al comenzar una consulta de emergencia con los doce
miembros de su Gabinete para Asuntos de Seguridad.
Al concluir la misma, fuentes del Gobierno informaron de que
volverán a imponerse algunas restricciones a la población palestina
en Cisjordania, que habían sido levantadas a principios de esta
semana con vistas a consolidar un frágil alto el fuego, y que los
organismos de seguridad endurecerán la represión «por otras vías».
Para Israel, dijo Sharón a sus ministros, con el atentado palestino
de ayer «la situación cambió como para el presidente George W. Bush
en Estados Unidos tras los ataques terroristas del 11 de
septiembre».
El asesinato de Zehevi, general retirado de 75 años "líder
ultranacionalista y de los colonos de los asentamientos judíos en
Cisjordania y Gaza", fue reivindicado en Ramala por el Frente
Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). El portavoz del
FPLP en esa ciudad autónoma, Alí Yaradad, afirmó que el atentado,
perpetrado ayer por la mañana en un hotel del norte de Jerusalén,
fue un acto de venganza por el asesinato de hace dos meses, en un
ataque israelí, del líder del Frente, Abu Alí Mustafá.
El primer ministro israelí emplazó ayer al presidente palestino
a entregar a los asesinos, que, según medios policiales, son dos o
tres y que después del atentado huyeron hacia el distrito de
Ramala. Del cumplimiento de este ultimátum dependerá la reacción
israelí.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.