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WILLIAM MYERS (ISLAMABAD) El régimen talibán acusó ayer a Estados Unidos y sus aliados de cometer el mismo tipo de crimen que pretenden vengar, al segar vidas inocentes en ataques a blancos civiles. Después de informar de que más de cien personas murieron el domingo cuando un hospital fue destruido en un ataque aéreo, el único embajador de los talibán, el 'mulá' Zaeef, comentó: «Una superpotencia debe hacer cosas grandes, no cometer atrocidades».

Al tomar represalias por la muerte de 6.000 personas en Nueva York, EE UU «insinúa que matar a los ciudadanos afganos, en cambio, no es ningún crimen», según dijo. «Quiero avisar a la administración de Bush, y a los que están de su parte, que matar a los niños de Afganistán es un acto terrorista igual que el de Nueva York», declaró.

El embajador informó de que un hospital en la ciudad de Herat quedó completamente destruido en un ataque aéreo que se cobró las vidas de los enfermos y del personal hospitalario. Aunque aseguró que hubo más de cien 'mártires', no precisó si había supervivientes. Se trataría del mayor número de muertos en un solo ataque desde hace más de una semana, cuando los talibán denunciaron la muerte de casi 200 personas. Después de mencionar una serie de «localidades civiles lejos de instalaciones militares» donde han muerto civiles en los últimos días, el embajador dijo que «queda demostrado que los aviones norteamericanos están atacando y aterrorizando a los civiles afganos deliberadamente para castigarlos por haber elegido un sistema islámico».

Los pocos medios independientes que operan en Afganistán han podido comprobar la muerte de muchos civiles en los últimos días, niños incluidos, aunque no han podido confirmar las cifras que manejan los talibán, que hablan de un millar de muertos civiles desde el comienzo de los bombardeos.