Presos talibán en el norte de Afganistán capturados por la Alianza del Norte. FOTO: VASILY FEDPSENKO/REUTERS

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La economía de Estados Unidos, que crecía moderadamente desde hace un año, tropezó en septiembre bajo los golpes del terrorismo y terminó el tercer trimestre con la primera caída del producto interior bruto (PIB) en una década. «La nación ha sufrido el impacto» de los ataques del 11 de septiembre, dijo el presidente Bush en un discurso ante la Asociación Nacional de Fabricantes.

El Departamento de Comercio informó ayer de que el PIB disminuyó entre julio y septiembre un 0'4%, y dio el primer dato oficial que apunta a una recesión, después de una década de crecimiento sin pausas. Después de un crecimiento enclenque del 0'3% en el trimestre anterior, la mayoría de los analistas esperaba una disminución mayor que la registrada en el tercero, y la noticia de que el panorama fue malo, pero menos, alegró a los inversionistas. A la apertura de transacciones en las bolsas de valores, todos los índices comenzaron la jornada al alza tras el informe del Departamento de Comercio.

La caída del PIB entre julio y septiembre no fue demasiado grande pero sí ha sido la mayor desde la disminución del 2% en los tres primeros meses de 1991, durante la etapa de recesión más reciente. El gasto de los consumidores, que representa dos tercios del PIB estadounidense, aumentó un 1'2% durante el trimestre a su ritmo más lento desde el 0'8% registrado en el primer trimestre de 1993. Este índice, cuyo ímpetu mantuvo en funcionamiento la economía de EE UU en medio de las crisis y recesiones globales de los últimos cuatro años, creció casi el 5% anual entre 1998 y el 2000.

La mayor cautela de los consumidores, que ya era evidente en meses anteriores, se acentuó después que el 11 de septiembre los ataques terroristas dejaran miles de muertos y heridos en Nueva York, Washington y Pensilvania.