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AGENCIAS-WASHINGTON La alarma del carbunco cundió ayer en Alemania, donde se localizaron tres envíos sospechosos de contener esporas de ántrax, uno en la región de Turingia (este), y otros dos en Schleswig Holstein (norte), pero los últimos análisis "no definitivos" dieron negativo, mientras que en Pakistán el gobierno confirmó dos casos de contagio de la enfermedad del ántrax (carbunco). El director del Instituto Robert Koch, que realiza los análisis en casos sospechosos de contaminación con ántrax, Reinhard Kuhn, explicó ayer que, si bien se tienen que hacer algunas pruebas más, se puede afirmar con un 98 por ciento de probabilidades que no hay caso de ántrax en Alemania.

La embajada de Estados Unidos en Atenas y la base militar de ese país en la isla de Creta, en el sureste del Mediterráneo, se encuentran también en alerta tras la alarma causada por varias cartas sospechosas de contener esporas contaminantes, según fuentes diplomáticas. Fuentes de la delegación diplomática estadounidense en Atenas, que no quisieron identificarse, declararon que varias misivas procedentes de EE UU e incluidas en las valijas diplomáticas de la embajada y a la base, enviadas sin remitente desde el Departamento de Estado norteamericano, contenían bacterias.

En Pakistán se dio un caso de carbunco en la redacción del diario de mayor difusión, «Jang», y otro en una empresa relacionada con el negocio de la informática, informó el portavoz de la Presidencia paquistaní. El general Rashid Qureshi precisó que, de momento, se carece de indicios de que los dos casos tuviesen alguna relación con los dieciséis de infección aparecidos en EE UU. Un mes después de aparecer la amenaza del ántrax, el FBI ha investigado cerca de mil pistas, interrogado a más de 2.000 personas y analizado los 16 casos de infección detectados, pero aún no sabe quiénes son los responsables, reconoció su director, Robert Mueller. En conferencia de prensa, Mueller dijo que «pese a las especulaciones» sobre terrorismo «doméstico» en el caso del carbunco, la policía sigue investigando su posible relación con los autores de los ataques del 11 de setiembre.

«Nada se ha descartado», dijo Mueller, que volvió a reclamar la ayuda de los ciudadanos para obtener pistas que conduzcan a la detención de los autores de la amenaza del carbunco. Algunos expertos en terrorismo biológico e investigadores habían expresado su opinión de que la amenaza de la bacteria causante del carbunco, que ha afectado directamente a 16 personas, cuatro de las cuales han muerto, podría ser obra del terrorismo «interno», en especial de grupos antigubernamentales o ultraderechistas. «Estamos investigando esos 16 casos, hemos seguido hasta ahora cerca de mil pistas, cien de ellas procedentes del extranjero».