Al menos tres y según fuentes diplomáticas cuatro periodistas
extranjeros murieron en una emboscada en Afganistán, cuando el
convoy en el que cubrían el avance de la oposición fue atacado por
milicias talibán. Dos de los fallecidos fueron identificados por
sus propios medios informativos como la francesa Johanne Sutton, de
34 años y corresponsal de Radio France International, y su
compatriota Pierre Billaud, de 32, enviado de RTL.
La tercera víctima mortal, un fotógrafo de nacionalidad alemana
y cuya identidad se facilitó con reservas, es presumiblemente
Volker Handloik, que trabajaba para la revista «Stern». Del cuarto,
primero se dijo que era estadounidense, pero fuentes diplomáticas
afganas indicaron que se trata del ruso Yuri Nikzhuli. Todos ellos
vivían provisionalmente en este cuartel general de la Alianza del
Norte en la provincia de Tajar, desde donde salieron el domingo
para la que sería su última misión informativa.
El reconocimiento oficial de la tragedia sacudió como un
terremoto a la comunidad de corresponsales de todo el mundo
concentrados en Joyá Bahauddín para cubrir la guerra contra el
terrorismo internacional. Sutton era conocida entre sus colegas
como una dulce y sonriente periodista que informaba en castellano
al mundo hispanohablante y que todos los días saludaba cálidamente
al entrar y salir de la sede de la organización humanitaria donde
pernoctaba. Paul McGeough, enviado especial del diario australiano
«Sydney Morning Herald», que formaba parte del grupo de seis
periodistas que salió de Joyá Bahauddín para inspeccionar la zona
vecina, dijo que el convoy fue atacado «con morteros y fuego de
ametralladora».
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