Cientos de soldados de EE UU establecieron ayer una base cerca del
bastión de los talibanes al sur de Afganistán, Kandahar, mientras
las tropas de jefes pastunes locales atacaban las posiciones de los
integristas. El aterrizaje de cientos de marines en una pista en
las afueras de Kandahar comenzó apenas unas horas después de la
caída de la ciudad de Kunduz, el último reducto de los talibanes en
el norte. Este primer despliegue masivo de tropas de tierra
estadounidenses marca una nueva fase en la guerra. Fuentes de
tribus pastunes de la oposición afirmaron en la ciudad occidental
paquistaní de Quetta, próxima a la frontera afgana, que
combatientes antitalibán se hallaban en control de la base aérea.
Tropas de tribus pastunes antitalibán también se apoderaron el
domingo de dos distritos en la zona de Kandahar y Spin Boldak, esta
última próxima a la frontera paquistaní, según fuentes de la
oposición en Quetta. Intensos combates por el control de la
carretera que va desde Kandahar al paso fronterizo con Pakistán se
estaban librando hoy cerca de Spin Boldak, capital de la zona del
mismo nombre situada a lo largo del camino. Cinco soldados de las
fuerzas especiales de Estados Unidos y varios soldados británicos
resultaron heridos en un incidente en Mazar i Sharif, durante una
revuelta de prisioneros afganos.
Según la versión estadounidense, los cinco soldados sufrieron
heridas por la explosión, cerca de su posición, de una bomba de
precisión lanzada por aviones de EE UU. El masivo despliegue de
tropas estadounidenses coincide con la rendición de centenares de
talibán que estaban siendo asediados desde hace varias semanas en
Kunduz a las fuerzas de la Alianza del Norte tras la toma de esta
ciudad. «Cerca de 500 talibán se rindieron hoy tras los combates de
esta mañana que han dejado un centenar de muertos de cada lado»,
afirmó el coronel Salim Mohammad. Este mediodía, la ciudad estaba
totalmente bajo control de la Alianza. Los milicianos prisioneros
que, según el comandante, son todos de etnia pashtún, estaban
encerrados en camionetas estacionadas a lo largo de la principal
calle de Kunduz.
Bush advierte que la guerra entra en un periodo
peligroso
George W. Bush, pidió a los estadounidenses estar preparados para
resistir eventuales muertes en la guerra contra el terrorismo en
Afganistán y advirtió que la campaña entró en una fase «peligrosa».
Con la Marina cercando a la milicia talibán en su Kandahar, «este
es un periodo peligroso. Estamos capturando a los responsables del
ataque a Estados Unidos», indicó. «Ningún presidente o comandante
en jefe espera la pérdida de vidas en el terreno, pero esto
ocurrirá. Dije esto antes, cuando la campaña comenzó, EE UU debe
estar preparado para la pérdida de vidas», dijo Bush.
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