Adolfo Rodríguez (der.) y Ramón Puerta, durante la rueda de prensa en la sede del Congreso.

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En la sesión del cuerpo legislativo, formado por todos los diputados y senadores, también se convocó para el próximo 3 de marzo a unos comicios generales que determinarán el nombre del jefe de Estado de Argentina hasta diciembre de 2003, fecha en la que De la Rúa debía concluir su mandato. Rodríguez Saá, quien gobierna en la provincia de San Luis desde 1983, fue elegido por consenso en el seno del Partido Justicialista (PJ, peronista), que domina ambas cámaras parlamentarias e impondrá su mayoría en la Asamblea Legislativa. Los principales dirigentes del partido, creado en 1945 por el tres veces presidente Juan Domingo Perón, trabajaron el viernes a destajo para definir a su candidato a gobernar el país en este período de transición.

La incógnita concluyó cuando Ramón Puerta, jefe de Estado interino como presidente del Senado, anunció a los periodistas el nombre de Rodríguez Saá y la convocatoria a comicios para el 3 de marzo, en los que se elegirá presidente y vicepresidente. En esta conferencia de prensa estuvo ausente el ex presidente Carlos Menem, líder formal del Partido Justicialista, quien minutos antes había difundido un comunicado en el que se pronunciaba a favor de confirmar a Puerta como presidente argentino, con mandato hasta finales de 2003. En sus primeras declaraciones públicas tras el anuncio de Puerta, Rodríguez Saá dijo que «gobernará para los más humildes y los que sufren» y dejó entrever las primeras medidas para sacar al país del «agobio».

Tras confirmarse su designación, el gobernador de San Luis, de 54 años, señaló que en Argentina se mantendrá el esquema de convertibilidad que establece una paridad de uno a uno entre el peso y el dólar estadounidense. En los últimos días, también se había mostrado partidario de dejar de pagar los compromisos que genera la deuda pública de Argentina, calculada en 132.000 millones de dólares, hasta que «todos los argentinos tengan trabajo», por lo que se perfila como una de sus primeras decisiones. El 10 de diciembre de 1983, con el regreso de la democracia en Argentina, Rodríguez Saá asumió por primera vez la Gobernación de San Luis, cargo para el que fue reelegido por cinco períodos consecutivos. Según los analistas, Rodríguez Saá gobierna una provincia sin deudas ni problemas financieros, con uno de los índices de desempleo más bajos del país.

El único punto discordante de la ceremonia de asunción de Rodríguez Saá es la posición de la Unión Cívica Radical (UCR), el partido del ex presidente De la Rúa, que se manifestó en contra de la solución acordada por el Partido Justicialista para definir la sucesión. El presidente de la UCR, Angel Rozas, dijo que su partido apoyará al «hombre o la mujer» que elija el Peronismo para la presidencia, pero aclaró que al mismo tiempo rechaza con firmeza el mecanismo de elección escogido por el PJ. Esta agrupación determinó que las elecciones del 3 de marzo se celebren de acuerdo con la Ley de Lemas, que permite a los partidos presentar candidatos sin límites de cantidad y sumar todos los sufragios de cada grupo político a favor del postulante más votado.

Ése es el punto en particular que rechazan los radicales, quienes preferían que la Asamblea Legislativa eligiera al presidente provisional con mandato directo hasta diciembre de 2003. Según Rozas, el mecanismo de Ley de Lemas supone la anulación del sistema de los partidos políticos. A su vez, el senador Carlos Maestro aseguró que si el peronismo se mantiene en su postura de reformar la Ley Electoral y de acefalia, el radicalismo se abstendría en la votación en la Asamblea Legislativa.