La Asamblea Legislativa de Argentina que debe designar al nuevo
presidente del país comenzó anoche sus deliberaciones con cuatro
horas de retraso debido a las negociaciones entre las distintas
fuerzas políticas demoraron el inicio de la sesión y a la grave
crisis en la que está sumido el peronismo (Partido Justicialista).
La mayoría de los 25 bloques políticos que conforman la Asamblea
(diputados y senadores) acordaron designar al peronista Eduardo
Duhalde como presidente del país, según señalaron sus portavoces.
Duhalde, de 60 años, anunció que intentará un Gobierno de
«salvación nacional» y cuenta con el apoyo de legisladores de su
partido, que tiene mayoría en ambas cámaras, de la Unión Cívica
Radical (UCR), principal partido de la oposición, y de varias
agrupaciones políticas regionales.
El ARI (Alternativa para una República de Iguales), tercera
fuerza política en diputados, y los legisladores de izquierda
anunciaron que no votarán a Duhalde. Los legisladores trataron y
aprobaron, en primer término, la renuncia a la presidencia del
país, que presentó Adolfo Rodríguez Saá el pasado domingo y, luego
debían elegir por votación a su sucesor. Según lo acordado, cada
uno de los 25 bloques parlamentarios debía disponer de quince
minutos para exponer, tras lo cual se debía proceder a votar el
nuevo presidente.
Militantes del mayoritario partido peronista y de partidos de
izquierda se enfrentaron a pedradas frente al Parlamento de
Argentina, donde la Asamblea Legislativa estaba convocada para
designar un nuevo presidente. Los policías que custodian el
Parlamento permanecieron pasivos en los primeros momentos del
enfrentamiento, pero luego, ante la posibilidad de mayores
incidentes, procedieron a alejar a los manifestantes con gases
lacrimógenos.
Mientras, los economistas del Partido Justicialista trabajan en
un nuevo plan económico que implica una devaluación de un 40% de la
moneda nacional y la salida del sistema de convertibilidad. Este
sistema de convertibilidad con el dólar, adoptado durante la
Presidencia de Carlos Ménem, hace que por ley un dólar se cotice a
un peso. Según el nuevo plan, se fijaría por ley la paridad en 1'40
pesos por dólar, para luego pasar a un sistema de flotación libre,
tras un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que
permitiría contar con 16.000 millones de dólares.
El pasado 20 de diciembre Fernando de la Rúa dimitió como
presidente de la nación, en medio de un clima de agitación social
por la profunda recesión económica del país. La jefatura de Estado
quedó interinamente a cargo del presidente del Senado, el peronista
Ramón Puerta. El domingo 23 la Asamblea Legislativa designó a
Rodríguez Saá hasta el 5 de abril. Pero Rodríguez Saá renunció
siete días después y el senador Ramón Puerta, que debía hacerse
cargo nuevamente de la presidencia interina, también presentó su
dimisión. De esa manera, el presidente de la Cámara de Diputados,
el también peronista Eduardo Camaño, se hizo cargo interinamente
del Poder Ejecutivo y convocó a la Asamblea Legislativa.
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