Las autoridades afganas han llevado a cabo intentsas negociaciones
sobre la suerte del máximo dirigente espiritual de los talibán,
mulá Mohamed Omar, con el entorno de éste en el sur de Afganistán,
donde podría lanzarse una operación con vistas a su captura en los
próximos tres o cuatro días, según desveló ayer el jefe de los
servicios de inteligencia de la provincia de Kandahar.
«Nuestras negociaciones con la gente del mulá Omar han sido
habituales hasta ahora, pero por varias razones no puedo darle más
detalles», declaró Hadji Gulalai en conversación telefónica, quien
precisó que el dirigente talibán se encuentra en la provincia de
Helmand (sur), vecina de la de Kandahar. «Ulemas (clérigos),
líderes tribales, notables e intelectuales han participado en las
negociaciones», explicó Gulalai, quien confía, «en un 80 por
ciento, en que las conversaciones darán resultados y «la cuestión
se resolverá mediante conversaciones y negociaciones». Al
preguntársele si habían mantenido contactos directos con el mulá
Omar, Gulalai respondió afirmativamente, sin más precisiones.
En todo caso, la suerte de Omar podría decidirse por la vía
expeditiva «en tres o cuatro días», plazo que se han dado las
autoridades locales para lanzar una operación masiva en la que
participarían entre 4.000 y 5.000 soldados afganos y fuerzas
internacionales si fuera necesario. «Entre 4.000 y 5.000 personas
están listas para participar. Si flaqueamos o necesitamos algún
tipo de asistencia, fuerzas internacionales y aliadas nos
ayudarán», afirmó.
La operación estaba prevista para ayer, pero los líderes
tribales pidieron tres o cuatro días a las autoridades para
negociar, dijo Hadji Gulalai, jefe de los servicios secretos de la
provincia de Kandahar. «Los notables de la provincia de Helmand nos
han pedido que no se lance esta operación para resolver la cuestión
de la recogida de armas y la captura del mulá Mohamed Omar mediante
conversaciones», manifestó.
«En los últimos 25 años los señores de la guerra de la zona han
dictado su ley, y si alguien no obedecía estaba muerto. Hay algunas
áreas en las que estos comandantes aún tienen el control, y son
ellos los que están dando cobijo al mulá Omar», añadió. Respecto a
los miembros de Al Qaeda, Gulalai declaró: «Nuestra gente no quiere
que les gobiernen extranjeros». De otra parte, unos 150
combatientes de la red Al Qaida van a ser trasladados de la prisión
de Kohat (noroeste de Pakistán) hacia el centro de detención
estadounidense de Kandahar, en el sur de Afganistán, para ser
interrogados, según informaba ayer martes el diario paquistaní
Dawn.
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