El Ejército israelí continuó ayer los ataques por tierra y mar
contra la franja de Gaza, mientras la Autoridad Nacional Palestina
(ANP) arrestó a dos de los tres presuntos implicados en el
contrabando de armas frustrado por Israel. Por otro lado el
Movimiento de Resistencia Islámica palestino (Hamas) prometió ayer,
responder a la demolición de casas por parte de Israel en Rafah,
afirmando que «este horrible acto terrorista no quedará impune».
Hamas «denuncia la demolición de más de 70 casas por las fuerzas de
ocupación sionistas» en el sur de la franja de Gaza.
Comandos submarinistas israelíes penetraron en el puerto de Gaza
y hundieron a un guardacostas y a un carguero denominado «Yindala»,
ambos en servicio con la Policía Naval palestina. Fueron también
los comandos israelíes quienes dispararon varios misiles contra un
depósito de gasolina y destruyeron instalaciones de la Policía
Naval palestina, cuerpo al que Israel responsabiliza del
contrabando de las armas.
También se realizaron otras dos operaciones que el Ejército
israelí lanzó en la franja de Gaza. Excavadoras y tanques
completaron la destrucción de los 3'5 kilómetros de la pista de
aterrizaje del aeropuerto internacional de Gaza, cuya
reconstrucción ya había sido aprobada por Israel. «La decisión de
destruir por completo la pista de aterrizaje se debe a que Arafat
ha estado pasando armas a la ANP en su avión privado», dijeron las
fuentes del Gobierno israelí.
El aeropuerto -financiado por España, Alemania y Egipto a un
coste de 60 millones de dólares- está cerca de la localidad de
Rafah, donde el Ejército demolió el jueves 73 viviendas de civiles
palestinos en represalia por la muerte de cuatro soldados un día
antes a manos de dos activistas islámicos que también murieron en
el ataque. Asimismo, se informó de la destrucción de una vivienda
en la localidad fronteriza de Rafah que servía para el contrabando
de armas desde Egipto, a través de un túnel que conectaba ambas
partes, según un portavoz militar israelí.
En otro orden, los funcionarios arrestados por su supuesta
implicación en el contrabando de armas son Fuad Shubeiki, encargado
de presupuestos para los organismos de seguridad de la ANP, y Adel
al-Mugrabi, responsable de adquisiciones militares y armamento,
ambos en prisión preventiva. El tercer implicado, Fathi Razem,
subjefe de la Policía Naval, es buscado aún por las autoridades,
según fuentes de la ANP. Sin embargo, el Gobierno israelí restó
ayer importancia a las detenciones de Shubeiki y las calificó como
una farsa.
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