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FRANCE PRESS-BUENOS AIRES El presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, intenta alejar el temor de un nuevo estallido de violencia y desgobierno en su país mediante una convocatoria pública a un proceso de «unidad nacional», auspiciado por la Iglesia. Duhalde pretende conseguir el consenso de todos los partidos políticos y de los sectores productivos de Argentina, dando prioridad a las empresas extranjeras que se dedican a servicios públicos y de la banca.

Entretanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) analiza estos días en Buenos Aires cuál es el verdadero efecto que provoca la devaluación en la economía argentina. El peronista Eduardo Duhalde considera que es necesario un consenso para «llevar a buen puerto cosas que nos están haciendo daño», según las palabras adelantadas por el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.

El presidente debía mantener un encuentro a las 21.00 hora local (1.00 de la madrugada de hoy en España) con todos los empresarios y partidos políticos, tanto extranjeros como nacionales, además de la Iglesia Católica, para acordar decisiones de Estado que permitan encontrar una salida posible a la fuerte crisis económica e institucional que atraviesa el país.