Amnistía Internacional (AI) solicitó ayer permiso a EE UU para
conocer, de primera mano, el trato dado a los 158 prisioneros
talibanes y del grupo terrorista Al Qaeda detenidos en su base
naval de Guantánamo (Cuba). En una rueda de prensa ofrecida en su
sede de Londres, Amnistía manifestó su «creciente preocupación» por
la situación de los reclusos y confirmó que envió ayer mismo una
carta al Gobierno norteamericano para poder visitar la base.
«Es esencial -subrayó Amnistía Internacional- que abogados y
monitores de derechos humanos tengan acceso a esos prisioneros, que
garanticen que sus derechos son totalmente respetados» La
investigadora de AI para EE UU, Angela Wright, se felicitó por el
hecho de que observadores del Comité Internacional de la Cruz Roja
hayan podido examinar el campo detención, pero lamentó que «no se
les permita informar de sus hallazgos».
Por eso, «nos parece que es muy importante facilitar el acceso a
otras organizaciones pro derechos humanos que puedan hacer público
lo que han visto», explicó Wright. Además, Amnistía no considera
«imparcial» el informe elaborado por funcionarios del Gobierno
británico que el pasado fin de semana comprobaron en qué
condiciones están los tres ciudadanos del Reino Unido recluidos en
Guantánamo.
Mientras, y ante las crecientes protestas en el extranjero, EE
UU defendió ayer el trato que otorga a los prisioneros en
Guantánamo (Cuba) como «humano» y «totalmente» conforme con las
leyes internacionales, y no dio muestras de que cambiará su
postura. El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld,
consideró «un disparate» calificarlo como «tortura», negó que se
haya maltratado a ningún detenido, alabó el comportamiento
«profesional» de los militares que se encargan de custodiarlos y
hasta destacó que, a diferencia de muchos cubanos, «tienen aire
acondicionado».
«Las acusaciones que han realizado muchos, desde una cómoda
distancia, de que los hombres y mujeres de las fuerzas armadas de
EE UU no se están comportando correctamente con los detenidos a su
cargo son simplemente falsas», señaló un Rumsfeld visiblemente
enfadado. Políticos y medios de comunicación europeos han censurado
las condiciones en que han sido recluidos los prisioneros en la
base naval de Guantánamo, después de que se divulgara una
fotografía que los mostraba esposados y arrodillados, con guantes,
orejeras y gafas opacas.
Un juez federal de Los Angeles (California), Howard Matz,
consideró ayer una demanda de grupos pro derechos civiles contra el
confinamiento de esos prisioneros, en la que se alega que su trato
viola la Convención de Ginebra y la Constitución de EE UU. Los
demandantes quieren que el Gobierno presente a los sospechosos ante
los tribunales y precise cuáles son los cargos en su contra. Aunque
el juez expresó sus «serias dudas» de que tenga jurisdicción sobre
ese asunto, fijó para el 31 de enero el plazo en el que el Gobierno
federal debe presentar sus argumentos y estableció una nueva
audiencia para el 14 de febrero.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.