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Un grupo de las Fuerzas Especiales de EE UU mantuvo ayer un fuerte combate con un contingente talibán, en el que pudo haber hasta 15 muertos afganos, en una operación organizada para tratar de capturar a dirigentes islámicos integristas. Las tropas estadounidenses capturaron a 27 prisioneros, que han sido trasladados a un centro detención para ser interrogados y para tratar de determinar su rango dentro de la jerarquía talibán. El jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Richard Myers, no indicó la cifra de bajas de los talibanes, que según otras fuentes militares oscila entre doce y quince. Sin embargo, Myers precisó, en una conferencia de prensa celebrada en el Pentágono, que la operación se realizó contra dos instalaciones donde se registraron indicios de que podría haber dirigentes talibanes.

«No nos dedicamos a difundir el número de muertos o heridos del enemigo. Nos preocupamos de nuestras bajas», dijo el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, para justificar la falta de información oficial en este aspecto. Un soldado estadounidense resultó herido al recibir una bala en un tobillo y fue evacuado a un hospital de campaña. El enfrentamiento ocurrió en la madrugada del jueves, a unos 65 kilómetros al norte de Kandahar (suroeste de Afganistán), cuando las tropas de EE UU atacaron dos enclaves talibanes en una zona montañosa, donde tenían información que apuntan a que podría haber líderes talibanes. Myers dijo que la falta de información se debía a que «aún tenemos los ojos puestos en esos objetivos y podría haber más acción en el futuro».

Rumsfeld explicó que esta operación, y otras similares, «se realizan sin saber con precisión quién está allí, pero con la seguridad de que hay algunos indicios que apuntan a que no se trata de simples combatientes». Sin embargo, ninguno de los dos responsables del Pentágono quiso dar más detalles a la espera de que se interrogue a los 27 nuevos prisioneros y se puedan conocer sus identidades. El combate de ayer es resultado de la serie de operaciones que desarrollan en las últimas semanas las fuerzas de EE UU tras la caída del régimen talibán, y que se centran en tratar de localizar a sus líderes entre los grupos de resistencia que vagan por suelo afgano.