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La última apuesta del presidente argentino, Eduardo Duhalde, se centra en una amplia reforma política que desemboque en «una nueva República», con la ratificación del actual sistema presidencialista o bien el establecimiento de un régimen parlamentario. Duhalde abrió anoche el debate y presentó sus nuevas propuestas, encabezadas por la modificación de la Carta Magna, que implicaría cambios en los sistemas de Gobierno y electoral. Debemos «decidir si queremos continuar con el actual sistema presidencialista o marchar hacia un régimen parlamentario» como el de los países de la Unión Europea o Canadá, dijo anoche el presidente en un discurso difundido a través de la red oficial de radio y televisión.

El mandatario explicó que su Gobierno se propone «iniciar un nuevo ciclo que debe estar signado por instituciones renovadas y para eso es imprescindible una reforma constitucional profunda, que funde una nueva República». Con la reforma de la Constitución Duhalde pretende «eliminar» los gastos reservados, fondos extras libres de rendición de cuentas de que disponen tanto la Presidencia, como los ministerios, el Parlamento, la Corte Suprema de Justicia y otros organismos gubernamentales, con excepción de los asignados a defensa y seguridad.

Otra de las propuestas se encamina a limitar los gastos del Parlamento nacional en un 0'80 por ciento del presupuesto y en una escala del 1 al 2 por ciento para las legislaturas provinciales, según el número de habitantes de cada distrito. También se plantea la necesidad de eliminar las pensiones graciables, becas y otras subvenciones que anualmente otorgan los parlamentos (tanto nacional como provinciales), y encaminar esa ayuda a través del Ministerio de Acción Social figura en la lista de propuestas.

El presidente desea reducir el número de legisladores en, aproximadamente, un 25 por ciento tanto a nivel nacional como en las legislaturas de las 24 provincias. También quiere determinar si los cargos legislativos (nacional, provinciales y municipales) deberían renovarse cada cuatro años o si se continúa con el actual sistema, de renovación cada dos años.

Duhalde expresó su intención de que la reforma política entre en vigor antes del 10 de diciembre de 2003, cuando deberá traspasar el mando a quien sea elegido presidente en los comicios convocados para el 14 de septiembre próximo. Independientemente de sus deseos, el presidente reiteró que la «prioridad» de su Gobierno es superar la profunda crisis económica. A dos días de la entrada en vigor del tipo de cambio libre en Argentina, Duhalde denunció campañas de sectores especuladores que inducen a la subida de la cotización del dólar.