El arresto por Israel del dirigente del movimiento oficialista
Al-Fatah en Cisjordania, Maruán Barguti, podría dilapidar del todo
la misión de paz del secretario de Estado de EE UU, Colin Powell,
quien trata hasta ahora sin éxito de concertar una tregua entre
israelíes y palestinos. Barguti fue arrestado ayer por la tarde por
las fuerzas israelíes en Ramala, un hecho que «originará más
violencia y problemas a los israelíes», según aseguró el jefe de la
Seguridad Preventiva en Cisjordania, Yibril Rajub. «El sabía que
era buscado por los israelíes y su arresto no será suficiente para
ellos», manifestó la mujer de Barguti, Fadua. «Los israelíes tienen
que entender que mi marido es muy querido por el pueblo y si algo
malo le sucede no habrá calma», agregó Fadua, en alusión a
eventuales venganzas de parte de palestinos.
Israel relaciona a Barguti con numerosos ataques contra
israelíes y le considera el líder de las milicias armadas «Tanzim»,
mientras que los palestinos reclaman que se trata de un dirigente
político que lucha por el fin de la ocupación militar israelí en
los territorios palestinos. La retirada de Israel de las ciudades
palestinas autónomas es la condición sine qua non para un alto el
fuego, tal como se lo dejó claro Yaser Arafat al secretario de
Estado de EE UU, Colin Powell, cuya misión de paz, de momento, no
tiene visos de prosperar, según los observadores.
Powell tiene previsto entrevistarse mañana miércoles con el
presidente de la Autoridad Nacional Palestina por segunda vez, y
con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, por tercera ocasión,
quien a su vez se ha negado a darle un calendario para la retirada
de su Ejército de las ciudades invadidas. Sólo admitió como
posibilidad la retirada de las tropas en Jenín y Naplusa. El jefe
de la diplomacia estadounidense pudo comprobar en su conversación
de ayer y con el presidente libanés, Emile Lahud, que la retirada
israelí de los territorios palestinos es una cuestión central en la
región y que mientras prosiga la operación denominada «Muro de
Defensa» la milicia integrista libanesa Hizbulá amenazó con
continuar sus ataques contra el norte de Israel. Powell advirtió,
precisamente, de que hay un peligro real de guerra entre Israel y
Líbano.
El primer ministro israelí lanzó ayer una iniciativa para la
celebración de una «conferencia regional de paz» de la que serían
excluidos Arafat y la Unión Europea, y en la que participarían
Egipto, Arabia Saudí, Marruecos, Jordania, «representantes
palestinos», de Israel y de EE UU. Destaca la llamativa ausencia de
la UE. Ariel Sharon declaró ayer que no es posible alcanzar la paz
con el presidente de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat, en
declaraciones al canal de televisión estadounidense CNN. «No se
puede alcanzar la paz con él», declaró el jefe de Gobierno israelí,
al precisar que quiere negociar con otros responsables palestinos y
estimar que Estados Unidos debe apoyar abiertamente esta
posición.
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