Francesc Antich, presidente del Govern balear, considera «altamente
preocupante el ascenso de la extrema derecha. Los dos grandes
partidos se han de plantear muchas cosas, ya que un triunfo
lepenista afectaría a los derechos fundamentales». Por su parte,
Pere Sampol, vicepresidente del Govern, explicó que la izquierda
europea no se había sabido adaptar a la nueva realidad de la
globalización y de la inmigración. Pide que «se pongan las pilas» y
reivindica el nacionalismo de izquierdas como respuesta a los
problemas actuales».
Eberhard Grosske, coordinador de Esquerra Unida, emplaza a todos
los políticos a una ámplia y profunda reflexión sobre el divorcio
existente entre el establecimiento político y mediático y la
ciudadanía». En la misma línea de manifestó el secretario general
de UM, Bartomeu Vicens, quien señaló que «hemos de saber conectar
con las inquietudes de la gente», y recordó que su partido hace
tiempo que pedía un techo poblacional para evitar el surgimiento de
fenómenos como el lepenista».
El secretario general del Partido Popular, José María Rodríguez,
mostró su preocupación por el ascenso de la ultraderecha y realizó
un segundo análisis sobre la derrota de la izquierda. Rodríguez
afirmó que la primera conclusión que extrae de los resultados de la
primera vuelta es que «el Partido Socialista de Francia es la
referencia del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero. Los
socialistas no han podido conectar con la sociedad. Creo que la
cordura triunfará sobre la intransigencia y la intolerancia». Desde
las entidades locales, Pere Manel Mulet, coordinador de Amnistía
Internacional en Mallorca, pidió que «gane quien gane las
elecciones se respete el compromiso con los Derechos Humanos que
han asumido las democracias».
De la misma forma, el secretario de l'Associació de Marroquins
de Balears, Mustafa Boul'Harak, aseguró que el avance de la
ultraderecha «es algo preocupante. Si gana la presidencia,
expulsarán a los inmigrantes sin papeles y modificarán la
asistencia a los que los tiene. La línea de Le Pen se dirige a
conservar la raza pura francesa y no se puede permitir». Para el
representante de la Agrupació Social Indepeniente (ASI), Juan
Rabasco, «la grandeza de la democracia nos juega estas pasadas. Los
franceses sabrán lo que hacen, pero yo soy enemigo de Le Pen».
Tanto para Sebastià Serra como Miquel Durán, ambos
historiadores, el resultado es bastante preocupante. «Existe una
crisis conjunta del gobierno global que ha ayudado a esta escalada
de la extrema derecha, llega a límites históricos la subida de los
extremos», afirma Serra. «Ha existido mucha demagogia por parte de
la derecha y mucha dispersión de la izquerda», añade Mulet.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.